Ayer, sábado 8 de junio, Javier Lostalé y yo participamos en un recital conjunto en la Casa de la Cultura de Chamberí. En un principio, el tándem lo formaba con Jorge Riechmann, pero por motivos personales no pudo acudir. Seguro que en breve compartimos mesa y versos, como estaba programado. En cualquier caso, la presencia de Javier fue extraordinaria y nos complementamos a la perfección. Siempre es un gusto escuchar cómo recita y oírle contar anécdotas de los grandes ya desaparecidos: Aleixandre, Baena. La lectura estuvo vertebrada por la crítica a los valores falsos que tenemos y por el ofrecimiento de salidas razonables, como el Amor.
Nuestro agradecimiento desde aquí al colectivo que nos invitó. La poesía establece puentes, y eso hicimos ayer, estar en comunión unos con otros.