sábado, 12 de octubre de 2024

Álvaro García y El mal no existe (Hamaguchi)

 


Superación de la subjetividad romántica (asociada a la experiencia)

Álvaro García,  Intemperie (1995)

 

EL MAR

 

Mira el mar. Es un mundo hecho revés de agua,

una torpe llanura. No hay reproche posible

aunque secuestre a unos navegantes.

Hay que desengañarse previamente

de la moralidad de la belleza

para entender su azul y su ruido.

 

La tierra nos retiene, segura de sí misma.

Hicimos una hoguera de San Juan,

en la playa, y el fuego

casi estaba sabiendo

que nos unía a algo.

Este mar es el mismo en que, hace poco,

Se ha perdido un velero. Hubo tres muertos.

 

La calle está vacía.

Uno hace el ejercicio de dar a cada cosa

la atención que uno cree que le pide.

Los tejados de la mañana

tapan domingos dentro del domingo,

diferentes ideas de lo que es un domingo.

 

Y uno mira hacia el mar con un rencor

abiertamente sin destinatario:

no tiene culpa el mar,

que hiptoniza los días igual que las campanas

hipnotizan el aire de este barrio

un poco antes de que despertemos.

 

 

  1. El poema se construye con tres fragmentos inconexos. ¿De qué habla cada uno?
  2. El texto recurre a la elipsis y a la ausencia de conectores. Nos invita a la reordenación temporal y causal. ¿Tú cómo lo harías?
  3. El protagonismo del texto se desplaza del sujeto al objeto contemplado: el mar. En la Odisea, Homero responsabiliza a Poseidón, dios marino, de los avates que Ulises padece en el océano. ¿Crees que en el poema las aguas también castigan, secuestran y asesinan? Razónalo.
  4. ¿Qué critica el poeta con su texto?
  5. Ve la película El mal no existe, de Ryusuke Hamaguchi (2023) y compárala con el poema. ¿Qué tienen en común el ciervo y el oleaje?

 

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