miércoles, 18 de enero de 2023

Exposición de Bores, en la "Resi"

 

Me hago eco de la exposición que anuncia la Residencia de Estudiantes por medio de su responsable de prensa.

 

"El martes 20 de diciembre de 2022 se inauguró la exposición Bores Madrid-París (1898-1972) organizada por la Residencia de Estudiantes, cuando se cumplen cincuenta años de la muerte del artista Francisco Bores.

La muestra, comisariada por Genoveva Tusell, profesora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y Doctora en Historia del Arte, recorre la trayectoria artística de Francisco Bores desde sus inicios en Madrid en la década de1920 y su producción de madurez, ya instalado en Francia, hasta su fallecimiento en 1972.

Durante la visita a los medios, la comisaria Genoveva Tusell, durante su recorrido por la exposición, ha destacado diferentes aspectos. En las primeras salas se presta especial atención a su etapa de juventud en Madrid. En los años veinte, Bores está inmerso en el ambiente artístico y literario de la Vanguardia. Bores entabla amistad con Gómez de la Serna, Lorca o Bergamin, a los que también retrata. Una de las salas está dedicada al Ultraismo, presidido por el retrato de Guillermo de Torre, y en ella se exhiben los grabados en madera realizados por Bores ente 1923 y 1924, que sirvieron para ilustrar las revistas ultraístas. La exposición  presta especial atención a la primera exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, mostrando parte de las obras de Bores que allí se exhibieron. En 1925, Bores se estableció en París y se interesó por el cubismo y el surrealismo. La obra de Bores no puede adscribirse a una escuela o movimiento, pues el artista supo desarrollar un estilo propio e inconfundible. La luz inundó sus telas, destacando la presencia del color en muy variadas gamas cromáticas. Bores ha terminado convirtiéndose en uno de los más importantes y singulares artistas de la pintura española Contemporánea.



La exposición cuenta con más de un centenar de obras de Bores entre óleos, dibujos y grabados, acompañadas de las de otros artistas que coincidieron con él en la vanguardia madrileña como Benjamín Palencia, Alberto Sánchez, Roberto Fernández Balbuena, José Moreno Villa o Gabriel García Maroto. Se ha contado con la colaboración de instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid o la Biblioteca Nacional de España, así como con colecciones particulares y los fondos de la propia Residencia de Estudiantes, que atesora una amplia colección de dibujos, grabados e ilustraciones de su primera época.

Bores. Madrid-París (1898-1972), constituye una ocasión inmejorable para revisar la producción artística de uno de los artistas más destacados de la pintura española contemporánea a través de unas obras que raramente están a disposición del público

La muestra que se abrió al público el miércoles 21 de diciembre de 2022, podrá verse en la Residencia de Estudiantes hasta el 16 de abril de 2023."

 

domingo, 15 de enero de 2023

En el programa Página 2 de RTVE

 

Casa natal de Miguel Hernández. Orihuela. 2013

Por fin, tras buscarlo un tiempo, encuentro el programa de Página 2 en donde se nos entrevista a Francisco José Martínez Morán, Juan Marqués y a mí, en la Residencia de Estudiantes, a propósito del panorama poético juvenil. 

El programa se emitió hace trece años, en diciembre de 2009.  

Lo tenéis aquí, a partir del minuto 3: https://www.rtve.es/play/videos/pagina-dos/pagina-2-antonio-munoz-molina-alberto-san-juan/648662/

¡Nunca es tarde si la dicha es buena!


miércoles, 11 de enero de 2023

En homenaje a Simic y Uriz

 


El pasado 9 de enero falleció el poeta Charles Simic, célebre poeta de origen serbio y nacionalidad estadounidense. Recibió el premio Pulitzer por su poemario El mundo no se acaba. Recupero ahora la reseña que le dediqué, y que fue publicada por la revista Culturamas el 4 de abril de 2013. 


https://www.culturamas.es/2013/04/04/el-mundo-no-se-acaba/


Y ayer, 10 de enero, nos dejó un traductor imprescindible: Francisco J. Uriz. Dejo por aquí mi reseña de su imponente traducción del poemario Alfabeto, de la escritora danesa Inger Christensen, publicada por La tormenta en un vaso el 17 de marzo de 2015.

http://latormentaenunvaso.blogspot.com/2015/03/alfabeto-inger-christensen.html 


Descansen en paz.


jueves, 5 de enero de 2023

En el fondo del valle ha muerto Jorge Riechmann

 

Hace unas semanas estuve en Cercedilla (sierra de Guadarrama), en la presentación del nuevo poemario de mi querido Jorge Riechmann (acompañado por Ana Pérez Cañamares).

 

Dejo aquí mi reseña.

 

 

 

 

 

 

En el fondo del valle ha muerto Jorge Riechmann, Baile del sol. 2022. 170 páginas.

 

 

 

 

 

 

En 2018 comenzaba Riechmann la que, de momento, es su última etapa creativa. El arco abarca desde Ars Nesciendi a En el fondo del valle ha muerto Jorge Riechmann. Con aquel título, sus poemas se abrieron a la entusiasta contemplación de la naturaleza. Y en consonancia con ese disfrute de lo menudo, su estilo avanzó hacia la lírica de corte tradicional (encontramos soleás, coplas, redondillas) y el haiku japonés. Su libro más reciente sigue explorando territorios. Se trata de una praeparatio ad mortem en toda regla. Él mismo lo anuncia en un par de versos: “Pero algunos hemos venido/ al fondo de este valle para aprender a morir”. Mucho tiene su ideario vital de retiro ascético. A menudo resuenan por debajo de sus palabras las de Marco Aurelio, el célebre filósofo y emperador estoico. Ambos nos invitan a la vida pacífica, alegre y serena; ambos nos recuerdan que los humanos formamos parte del mundo y que debemos amarlo. Jorge, como Andrés García Cerdán, Rubén Martín Díaz, Juan Antonio González Iglesias e incluso yo misma, pone la naturaleza en el centro de su obra, recuperando así el pensamiento de los antiguos poetas mediterráneos. A veces con humor (“Allá en lo alto /la majestad del buitre/ y yo sonándome”) y, en otras ocasiones, con tono grave (“Pero si hay que morir,/ una almohada de musgo/ con rumor de agua”), la mirada de Riechmann celebra la existencia de los reinos animal y vegetal. Ellos serán quienes hereden la Tierra en el momento en que se produzca el colapso de nuestra civilización. Y es que el espíritu del libro se anima con dos movimientos, uno epicúreo que agradece nuestro pequeño paso por el mundo; y otro, decía antes, claramente estoico: de recogimiento interior. El goce del instante y la renuncia al consumo (al derroche, a la persecución de deseos vanos) son dos caras de la misma moneda, que Riechmann heredera, entre otros, de fray Luis y de Horacio.

 

Vida y muerte se alternan en el libro. En la “nota previa”, su autor nos anuncia los tres tipos de pérdidas que el lector va a encontrarse: la propia, la de los seres queridos y la de nuestras sociedades sustentadas por los combustibles fósiles. Emocionan los cinco homenajes a Guadalupe Grande, al tío del autor (de nombre homónimo), a su abuelo materno (Vicente Fernández), a Anita y a José Luis Porcuna.

 

En un momento de crisis como el nuestro, toca mirar atrás para analizar las propuestas filosóficas que se han realizado en otros periodos de la Historia. En el libro que nos ocupa vemos el diálogo de Jorge Riechmann con las escuelas y corrientes de la Grecia helenística. Son varias las respuestas que los pensadores de entonces ofrecieron a sus coetáneos para sobrellevar los cambios de su tiempo. Vamos a repasarlas siguiendo la propuesta de Ignacio Pajón.

 

Los epicúreos ponían el remedio en la amistad, en los fuertes vínculos que creaban un tejido que eliminaba el miedo. Jorge lo retoma en versos como estos que siguen: “Y compartiendo poemas y otros regalos/ esperar al final”.

 

Los estoicos apelaban a la capacidad de aguante para sobreponernos a las viscisitudes del destino. Leemos en el poemario que nos ocupa: “Cuanto más pronto asumamos nuestra situación y nos percatemos de que nada podemos hacer para salvarnos, antes lograremos emprender la difícil tarea de adaptarnos, con humildad mortal, a nuestra nueva realidad”.

 

Los cínicos denunciaban los falsos valores que guiaban las conductas de los humanos, como son la ambición económica y de poder. Creían que las convenciones sociales se podían cambiar, que las cosas se podían hacer de otra manera. Riechmann, bien es verdad que con mucho menos fuelle que en libros anteriores, aún nos invita a que nos transformemos, a que emprendamos un cambio de paradigma para salvar la especie y el planeta: “Crisis ecológico-social: a ver si nos enteramos, la cosa no va de pasar una ola de calor de vez en cuando. Va de morir de hambre en un mundo progresivamente inhabitable […] Podemos reaccionar para evitar los peores escenarios infernales; pero eso significa que casi nada puede seguir siendo como ha sido”.

 

Al final, todas las respuestas se reducen a una: “Otro valor no existe que el amor”.

 

Que no nos falte.

 

martes, 3 de enero de 2023

Fin de año con Ana Alcolea y Omar Fonollosa

 


En la vida, a veces, una tiene la oportunidad de ser consciente de la construcción de un vínculo mágico en el preciso instante en que se produce. Eso me pasó la tarde del últmo día del año. Tras buscar distintas fechas que nos vinieran bien, Ana Alcolea, Omar Fonollosa y yo quedamos, para conocernos, el 31 de diciembre en la Plaza de España, de Zaragoza. Hace años que leo con mis estudiantes de 1º ESO, en clase, los libros de Ana (sienten predilección por El medallón perdido). Y en marzo formé parte del jurado que falló el premio Hiperión en favor de un bello poemario de tono elegíaco, Los niños no ven féretros, de un jovencísimo poeta llamado a grandes cosas, Omar. La verdad es que tenía muchas ganas de conocerlos, y se obró el milagro apenas unas horas antes de que acabase el 2022. Qué suerte la mía de conversar con ambos, de que me acompañaran en el tramo final de un año que, por muchas razones, no olvidaré jamás. 

 

En la foto posamos frente al Árbol de los Deseos, en la Plaza del Pilar. Y entre los deseos que tengo para el año que empieza, uno es repetir este encuentro formidable con dos autores que, ahora, también puedo llamar amigos.