lunes, 21 de octubre de 2024

Haikus por generaciones

 


Generación del 80:

 

Jorge Riechmann

 Lo que iluminas

luna fría y ardiente

está salvado.

 

Felipe Benítez Reyes

La luna brilla

en los altos jardines

de las metáforas.


Aurora Luque

Llueve de noche.

Y las sábanas huelen

a cuerpo usado.


José Cereijo

Jaula vacía.

¿No es el silencio un canto

extremo e íntimo?


Ana Rosetti

 Zona de juego:

zigzaguea en el aire

rítmico vuelo.


Eduardo Moga

 El sol poniente

orina óxido y oro.

Un estornino.


 ¿Generación 90? ¿Ruptura? Villena, 97 ¿"Segunda ola"? Abril, 24

 

Amalia Bautista

 Tuve una rosa.

El olor de la vida

me acompañaba.


Antonio Manilla

 Se heló el arroyo.

Alrededor, silencio,

pájaros quietos.


Antonio Rivero Taravillo

Con tinta roja,

la belleza corrige

la realidad.

 

José Antonio Mesa Toré

Temporada alta.

Una chicharra sierra

los parasoles.


Generación del 2000 (Villena, 10), "De la democracia" (Ariadna, 08)

 

Ariadna G. García

Entro en el bosque,

una liebre me esquiva

y sé que existo.

 

Álvaro Tato

¿Sabe la hiedra

sobre la casa vieja

que la podabas?


Verónica Aranda

Tren regional:

una mujer encinta

mira hacia el este.


Andrés Neuman

Contra las postes

el tronco de la lluvia

se hace astillas.


Erika Martínez

Pez y mosquito

frente a frente en el aire.

Se quiebra el río.

 

Aitor Francos

Sobre la espiga,

la araña no comprende

tento temblor.

 

Elena Medel

En la almohada

sus dedos me nombraron:

azul y triste.

 

Josep M. Rodríguez

Tiendo la ropa.

Es una cuerda más

el horizonte. 

 

Generación Milenial (a falta de un nombre mejor)

Juan F. Rivero

Lluvia levísima

acaricia las alas

del gorrión.


Fuente:  

Insula. Número 870. Junio 2019. Páginas 45 a 48.

Juan F. Rivero, Canícula. 2019.

 



 

viernes, 18 de octubre de 2024

Olga Novo

 


Olga Novo es una de mis poetas preferidas desde hace años. Publiqué la reseña de Los líquidos íntimos en La Tormenta en un vaso, allá por junio de 2014. Os la dejo AQUÍ.


En el siguiente enlace la escuchamos leyendo sus poemas y reivindicando la lengua gallega, al tiempo que critica el mundo capitalista y la destrucción de la vida en el campo (minuto 8):


https://www.youtube.com/watch?v=kG5J8To_bNY


jueves, 17 de octubre de 2024

Video de la presentación de Materia

 


Os dejo en el siguiente enlace el video de la presentación de Materia, de Yolanda Castaño, que tuvo lugar en la librería Alberti en junio de 2023. Fue un honor acompañar a la poeta en un día tan especial. Disfrutadlo. (A partir del minuto 35, lectura en gallego.)


https://www.youtube.com/watch?v=G-MGspJi9aw



miércoles, 16 de octubre de 2024

Poetas e Internet (I)



Vamos a hacer un recuento de bitácoras personales de los poetas pertenecientes a las generaciones de los 80, 90, 00 y Milenials (partiendo de la base de los arcos cronológicos son porosos, y de que las generaciones sociológicas no tienen porqué corresponderse con las literarias... De hecho, el criterio poetas y red no vale para establecerlas. Como veremos a continuación, poetas nacidos en 1958 y en 1988 se mueven con idéntica soltura por el mundo de los blogs y de las páginas web). 

80 (poetas nacidos 50/60) Blogs y Webs:

Jorge Riechmann: tratarde.org

Luis García Montero: https://luisgarciamontero.com/blog/

Álvaro Valverde: https://mayora.blogspot.com/
Basilio Sánchez: https://basiliosanchez.info/


90 Blogs y Webs (poetas nacidos en 60-70):


00 (poetas nacidos en 70-80) Blogs y Webs:

Yolanda Castaño: https://yolandacastano.com/


Milenials (poetas nacidos en 80-00):


martes, 15 de octubre de 2024

Actividades sobre Los últimos perros de Shackleton

 


 

Ben Clark, 1984

 

Los últimos perros de Shackleton, 2016. Sloper.

 

Si me he acercado a ti es porque estás buena.

Si dijera otra cosa, mentiría.

Y quiero conocerte, de verdad,

y que tú me conozcas, con el tiempo,

que hagamos nuestros sitios que ahora mismo

no nos importan nada. Quiero echarte

de menos, que me llames y me digas

que me extrañas muchísimo, que falto.

Quiero memorizar tu piel, decirte

que tienes un lunar nuevo en el hombro,

quiero decirte «Cielo» y que te enfades

porque odias ese nombre. Quiero verte

cada día que pueda y discutir

por cosas que ahora mismo dan igual.

 

Quiero saber que estamos distanciándonos.

Notar cómo los días nos devoran,

irremediablemente.

Quiero que me preguntes qué nos pasa

y no tener palabras que decirte.

Cuando tú ya no estés tan buena y yo

ya no le dé importancia a ese detalle.

Porque yo no seré tampoco joven

y mis preocupaciones serán otras:

pensar cómo es posible que hoy de nuevo

nos estemos mirando como aquella

noche en que caminé hasta ti y te dije

algo — ya no me acuerdo— que quería

conocerte supongo y los dos éramos

lo mismo que ahora somos. ¿Qué me dices?

 

 

  1. El poema se divide en dos partes. ¿De qué se habla en cada una?
  2. ¿Cómo empieza y acaba el texto? ¿Cómo se denomina esa estructura?
  3. ¿Qué tono predomina en el texto?
  4. Ve la película Arrival (Denis Villeneuve). ¿Cómo se concibe el tiempo? Establece las relaciones oportunas con este poema.
  5. Conociendo el futuro de la relación, lo que el destino os tiene reservado, ¿tú qué harías?

 

 

lunes, 14 de octubre de 2024

Presentación en Zaragoza

 


El próximo sábado 26 de octubre, a las 12:30, presento Sabiduría de los límites. Línea de flotación en la librería Antígona de Zaragoza. Me acompañará el poeta, y querido amigo, Omar Fonollosa.

Os esperamos en ese templo del saber que regentan Pepito y Julia frente al campus universitario. ¡No faltéis!   



domingo, 13 de octubre de 2024

Sabiduría de los límites en Estado Crítico

 


Juan Carlos Sierra publica una extensa reseña de mi doble poemario Sabiduría de los límites. Línea de flotación (UAH, 2023).


La tenéis aquí:


https://www.criticoestado.es/empezar-por-el-final-entre-la-humanidad-implicada-y-el-yo/


En breve los presento en Zaragoza. Más información, esta semana.

sábado, 12 de octubre de 2024

Álvaro García y El mal no existe (Hamaguchi)

 


Superación de la subjetividad romántica (asociada a la experiencia)

Álvaro García,  Intemperie (1995)

 

EL MAR

 

Mira el mar. Es un mundo hecho revés de agua,

una torpe llanura. No hay reproche posible

aunque secuestre a unos navegantes.

Hay que desengañarse previamente

de la moralidad de la belleza

para entender su azul y su ruido.

 

La tierra nos retiene, segura de sí misma.

Hicimos una hoguera de San Juan,

en la playa, y el fuego

casi estaba sabiendo

que nos unía a algo.

Este mar es el mismo en que, hace poco,

Se ha perdido un velero. Hubo tres muertos.

 

La calle está vacía.

Uno hace el ejercicio de dar a cada cosa

la atención que uno cree que le pide.

Los tejados de la mañana

tapan domingos dentro del domingo,

diferentes ideas de lo que es un domingo.

 

Y uno mira hacia el mar con un rencor

abiertamente sin destinatario:

no tiene culpa el mar,

que hiptoniza los días igual que las campanas

hipnotizan el aire de este barrio

un poco antes de que despertemos.

 

 

  1. El poema se construye con tres fragmentos inconexos. ¿De qué habla cada uno?
  2. El texto recurre a la elipsis y a la ausencia de conectores. Nos invita a la reordenación temporal y causal. ¿Tú cómo lo harías?
  3. El protagonismo del texto se desplaza del sujeto al objeto contemplado: el mar. En la Odisea, Homero responsabiliza a Poseidón, dios marino, de los avates que Ulises padece en el océano. ¿Crees que en el poema las aguas también castigan, secuestran y asesinan? Razónalo.
  4. ¿Qué critica el poeta con su texto?
  5. Ve la película El mal no existe, de Ryusuke Hamaguchi (2023) y compárala con el poema. ¿Qué tienen en común el ciervo y el oleaje?

 

viernes, 11 de octubre de 2024

Alguna reflexión sobre Napalm


 

Desde que gané el Hiperión por Napalm. Cortometraje poético (2001), la crítica siempre ha puesto en valor la forma sobre el fondo. Manuel Rico hablaba en Babelia de mi propuesta "rupturista, innovadora". José María Barrera iba más al contenido y, tras poner el foco (su reseña salió en el ABC) sobre "la yuxtaposión de planos expresionistas", mencionaba mi preocupación por "la condición humana, sus límites y esperanzas", pero sin desbrozar demasiado el libro. Elena Medel lo elevaba a paradigma de conciliación entre "la innovación y el clasicismo" y elogiaba mi diálogo con el Séptimo Arte. Y no obstante, tampoco indagaba en los temas u objetivos de mi poemario. Los críticos, a los que siempre agradeceré sus palabras por cuanto visibilizaban mi obra, se dejaban deslumbrar por el montaje, la estructura, y olvidaban que la arquitectura del libro perseguía un fin. Los analistas que, pasados los años, han vuelto sobre Napalm han repetido esa mirada sobre la superficie. En 2022, Raúl Molina reconocía "el eclecticismo" de mis influencias y llamaba la atención sobre "la sintaxis del cine" y las "imágenes turbadoras de gran crudeza" (en Anales de Literatura Española). Pero las grietas del libro seguían sin explorarse. En 2014 publiqué en el blog algunas reflexiones sobre la obra. Las tenéis AQUÍ. Hoy quiero profundizar un poco. Decía entonces que su tema principal es la identidad. Cierto. La identidad alienada de los individuos a comienzos del siglo. Los poemas en que abordo este asunto los escribí, sin excepción, entre abril y noviembre del año 2000 (poco antes de que se cerrase el plazo de envío de manuscritos al Hiperión). Con esos textos indago en un trastorno psicológico: el de la disociación de la identidad. Su parangón literario es el doppelganger, que encontramos -por ejemplo- en el clásico Jekyll and Hyde. En Napalm indago en los efectos de la sociedad capitalista sobre la mente de los ciudadanos. La insatisfacción laboral ("el sueldo/de nuevo incorporado a los programas/de coagulaciones del Estado"), la vida rutinaria de quien sólo encuentra sentido a su existencia en los ratos de ocio, en la exposición al consumo:

Apenas te das cuenta

de que tus decisiones -reducidas

al dominio doméstico-

tan sólo son coágulos,

pequeñas concesiones 

que el sistema reparte

entre las multitudes conformistas

para las que el control

del mando de la tele es todo un acto

de heroicidad.   


y el determinismo existencial que aborrega a la gente ("Reconozco lo fácil que resulta/aceptar un guión/y acomodar tu vida/a un plan prefabricado") son nocivos. Con ironía y retranca denuncio las convenciones sociales del capitalismo: la enajenación de la ciudadanía por medio de la televisión, la falta de independencia tanto motora (la tele se consume en el sofá) como psicológica. Ese conformismo del que hablo aniquila toda posibilidad de emancipación civil. Quien se anquilosa pierde su albedrío al tiempo que cede al sistema el control de su vida. De aquellos barros, de los que hablaba entonces, estos lodos a los que nos enfrentamos ahora (cambio climático, destrucción de la biosfera, exclusión social...). El libro está salpicado de guiños encubiertos a películas. Detrás de la resignación con que la gente encaja su existencia late Matrix (1999): "...tienes la mirada/ de un hombre/que acepta lo que ve/porque espera, sin duda, despertarse". Film por el que siento devoción. No obstante, la cinta más influyente en el libro es El club de la lucha (1999); el célebre libro de Palahniuk lo leería un año después. La voz que enuncia en "Cíber-crimen" padece un trastorno de la personalidad análogo al del Narrador. Vive insatisfecho con su existencia y se ve incapacitado para remodelarse ("Mi ilusión por los cambios/tiene menos textura/que un flan de gelatina"). La congelación salarial y la frustración amorosa lo enajenan. Su yo reprimido se manifiesta en segunda persona. Al igual que Tyler, busca en la violencia su realización personal, la libertad que en la vida no encuentra (y es que en su día a día apenas es "Un eslabón/(la víctima inocente de otras tantas)". En el poemario alerto contra los peligros que la enajenación puede producir en una ciudadanía sin valores ni metas. Detrás de la insatisfacción se esconden los viejos fantasmas del extremismo. Un cuarto de siglo más tarde tenemos a Vox en las instituciones y a la extrema derecha campando por el continente. Napalm supuso un intento por hacer que la gente despertase. De ahí las interpelaciones a un cambio de paradigma personal: "No parece sencillo/escribir el guión/de tu propia película/pero sin esa fe/modelas del infierno/de lo que se te antoja inalcanzable". El libro ofrecía -y ofrece- modelos por reacción. Antimodelos que animen a obrar los cambios necesarios para retomar el rumbo de la vida, para llenarla de plenitud y de significado. Ni qué decir tiene que se trata de una obra insurrecta. Yo misma era becaria-precaria en la Facultad de Filología II de la UCM (gocé entre 1999-2000 de una beca de colaboración para trabajar sobre el Diablo Cojuelo) y mi relación de pareja estaba en horas bajas (en parte, por la homofobia que denuncio en "Imán" y por la represión contra la que combato en "Be strong". La veta surrealistas de los mismos es claramente contracultural, con la forma telúrica y visionaria me alzaba contra las convencionalismos patriarcales de finales del XX -esos poemas fueron escritos entre 1997-1999, cuando el Orgullo de Madrid apenas convocaba a mil personas).

Ironía, sujeto (coral) en crisis, simultaneidad, denuncia social, diálogo con el cine, elipsis, fusión de influencias (cinematográficas, poéticas -nombro a Rosario Castellanos y a fray Luis de león-, narrativas -menciono a Cortázar y a nuestros pícaros), variedad de registros y de estéticas (realismo sucio, surrealismo y simbolismo), antítesis barroca (cordura-enajenación).. son algunos de los rasgos que definen Napalm. 

jueves, 10 de octubre de 2024

Actividades Sublevación


 

 

   All things go

                  Cómo hacer de lo inerte melodía

                                                       llamo de Vodafone

      del cráneo danza, lluvia de la piedra

                                            The future is bright. Black Mirror

Cómo lograr que vuelva al cuerpo yerto

                                                        mensajes de tres chats

               la luz, que transparente

                                  recordatorio: tienes dos eventos

                    lo eterno al alma ciega su presencia

                                       All things go

 

 

1.     El poema evoca la muerte del alma. ¿Con qué símbolos?

2.     El sujeto que enuncia aspira a la existencia plena.

a.     ¿Con qué imágenes?

b.     Analiza sus alusiones sensoriales. ¿A qué sentidos afectan?

3.     ¿Qué impide a la voz conseguir su propósito?

4.     El texto concilia la alta y la baja cultura. Demuéstralo.

5. La distribución de los versos contrapone dos mundos. Razona cuáles son.

5.     ¿Qué denuncia la autora?

 

 

miércoles, 9 de octubre de 2024

Notas sobre Sublevación: entre lo órfico y lo alquímico


 

Mi poemario Sublevación se titulaba, en realidad, Sublevación de un alma fragmentada. Fue por consejo de mi editor, mi querido Manuel Borrás, que lo recortamos hasta dejarlo en una palabra, en un concepto abstracto sugestivo y potente. Sostenía, y mantengo, que nos falta tiempo para encontrarnos a nosotros mismos. Es más, estamos desvinculados los unos de los otros. Nos faltan proyectos comunes y objetivos ilusionantes; y no será por falta de pretextos, sino por ceguera. Hemos perdido la noción estoica de la ciudad humana. Vivimos en un mundo globalizado en lo externo, en el envoltorio, pero profundamente individualista. Los valores de la sociedad consumo nos aíslan y nos fuerzan a competir. Los grandes ideales de la fraternidad, la compasión y el vínculo que nacieron hace miles de años, de manera simultánea, en Oriente y Occidente se han venido abajo. Por eso trabajé en mi poemario. Se trata de un intento de invitar a los lectores a la re-ligación. Y de ahí que sus breves poemas fragmentados recojan símbolos de la mitología griega, de la cultura china, de la hindú, de la cristiana... En resumen: de la época Axial, en que la Humanidad llegó a soñarse unida. Un símbolo capital de Sublevación es la miel, de origen órfico. Representa el renacimiento de quien se conoce a sí mismo. Aparece ya en el primer poema y se recupera al final, tras el viaje interior del sujeto que enuncia. La alusión a Deméter que aparece en el último poema ("campos de cereales") también hemos de interpretarla como un símbolo propio de los misterios de Eleusis, relacionado con esa primavera del espíritu. Por otra parte, a través del léxico también pretendía buscar lo que queda en nosotros del alma de nuestros ancestros. El castellano es rico en términos prerromanos. Sobreviven en él palabras milenarias. ¿Por qué? Porque nos importan. Nos recuerdan la importancia de la lealtad ("perro"), la humildad indispensable para la remodelación ("barro"), la exposición constante a los peligros ("barranco", "borrasca"), la soledad que nos acompaña ("páramo") o la esperanza de los nuevos comienzos ("abedul"). Mi trabajo con el lenguaje es intenso en el libro. En el vocabulario se ocultan antiguas formas de ver el mundo que necesitamos. Yo trato de revelarlas. De ahí la importancia en Sublevación de la miel, los dragones, las uvas, los diamantes, las fuentes, los laberintos... Necesitamos, con urgencia, construirnos de otro modo. En la cultura universal están las claves de ese proceso alquímico, que nos transmuta en oro:


No existe una palabra

más subversiva: rompe

la celda que habitamos, la prisión

que nos confina dentro de nosotros.

Nombrarla exige mucha

responsabilidad. Es salirte de ti,

convertirte en la nota que arde y vibra

incendiada por otras. Piensa bien

en su significado 

antes de contestarte a esta pregunta

y sumergirte en oro:

                             ¿Eres amor? 


martes, 8 de octubre de 2024

Actividades Apátrida

 


"Mientras tú descansas sometido por el sueño, ellos remarán por el mar encalmado hasta que llegues a tu patria y a tu casa, por distante que esté"

Odisea

 

 

Hace bastante tiempo que me siguen

las sombras alargadas de dos niños

huyendo por la noche de su casa.

                        ...

                                   

Jugaban con los clicks a la conquista

de un nuevo territorio en el salón,

sus cañones lanzaban bolas negras

que la madre barría

detrás de cada mueble. Sin embargo,

jugaban sin la prisa de costumbre

por acostarse pronto; aunque el colegio,

astro oscuro apostado en la ventana,

mirase preocupado

la batalla sin fin sobre el parqué.

 

Sonó entonces el timbre de la puerta.

                                   

Llegaron, para asombro de los niños,

algunos familiares de muy lejos

cargados de mochilas que llenaban

con la ropa doblada en los armarios.

Dijeron que venían en su busca

a llevarlos consigo a un nuevo hogar.

 

Dejaron el ejército a su suerte.

 

Enterraron la infancia en aquel piso.                                    

 

No habría más meriendas en verano

bajo un sauce llorón de la piscina.

Tampoco atentarían contra el sueño

profundo de los padres las mañanas

de los días festivos, en que entraban

silenciosos al cuarto, a despertarles.

 

Ninguno de los niños conquistó

con sus soldados fieles al Imperio

de los Austrias el territorio virgen 

del suelo de terrazo, ni las cumbres

azules del sofá

de su nuevo salón; pues se dejaron

las tropas en la casa abriendo fuego

contra el avance, al este, de los turcos.           

                       

Entraban, abrazados, en la lluvia

dispuestos a partir en la gran noche

cuando se dieron cuenta del olvido.

                                   

Fue demasiado tarde.

 

Aquella última noche de diciembre

los niños descubrieron que su mundo

al mismo tiempo era y no existía

más allá de la luz de la memoria.

 

Es por eso que hoy dudo de que tengan

un rango superior al espejismo

                                   

las cosas

que van siendo

desde entonces.

 

 

 

 

  1. El poema tiene secuencias narrativas.
    1. ¿Qué tipo de narrador enuncia hasta la penúltima estrofa?
    2. ¿Dónde se localiza la anécdota?
    3. ¿Quiénes la protagonizan?
    4. ¿A qué juegan?
    5. Localiza el adverbio bisagra que estructura el poema en dos partes.
    6. ¿Qué valor simbólico tienen el timbre?
    7. Esta segunda parte tiene un tono legendario. La aventura simbólica es reemplazada por la aventura real.

                                               i.     ¿Quiénes irrumpen en escena?

                                             ii.     Indica las circunstancias exteriores que la envuelven e intensifican.

                                            iii.     Indica el valor simbólico de las tropas.

  1. Señala el tema griego que aborda el poema. Relaciónalo con la cita de la Odisea que lo encabeza.
  2. En el último verso se descubre quién es el verdadero narrador del texto. ¿A partir de qué elementos lingüísticos?
  3. La temporalidad del poema es compleja. No sigue la línea del tiempo. Hay tres acronías dentro de un relato enmarcado.
    1. Identifica el momento presente (fragmentos A1 y A2).
    2. Localiza los flashback (fragmentos B y C).
    3. ¿Dónde se da la prolepsis? (fragmento D).
  4. ¿Cuál es el tema fundamental del poema?
  5. La narración está al servicio de otra tipología textual, se subordinada a ella. ¿Cuál es?
  6. El poema tiene un claro transfondo filosófico. Señala sus analogías con El mundo como voluntad y representación, de Schopenhauer.
  7. El texto también mantiene una deuda con la física. Busca información sobre el solapamiento cuántico, de Erwin Schrödinger. ¿Cómo afecta su teoría a la interpretación de la realidad que ofrece el poema?

 

 

lunes, 7 de octubre de 2024

Elena Medel y mi Napalm


 

 

 La editora cordobesa escribía en 2004 sobre una tendencia común que compartimos los poetas que nos dimos a conocer a comienzos de siglo: la cultura de masas. Siguiendo la teoría pendular de Ricardo Argullol, pone el foco en la renovación poética que protagonizamos en la primera década del 2000.

[…] Algunos nietos de los mass media hemos decidido no seguir ignorando a la cultura popular, un imaginario tan lícito como el proporcionado por las enciclopedias. Según Paul Eluard, «no existen formas consagradas ni palabras sagradas o vulgares»; todo depende de los prejuicios con que el lector se presente ante el poema. Para mí, que he crecido almorzando mientras veo la televisión, que conozco a las princesas de los cuentos por medio de las películas de Walt Disney, el poema que Juan Antonio González Iglesias dedica a Martín López Zubero es mucho más válido que uno ensalzando la hermosura de las hojas otoñales. […]

A los elementos ya utilizados por los novísimos se incorporan nuevos rasgos desarrollados en estos treinta años, de auge reciente para quienes cuentan la historia y asentado para quienes la vivimos: la tecnología representada por Internet y los videojuegos, y la televisión no sólo como fábrica de iconos, sino como medio productor de temas, auténtica ventana al exterior. De las imágenes nacen imágenes; no resulta extraño que cine y cómic continúen inspirando a los poetas. […]

Esta integración en el discurso poético de elementos surgidos de la cultura de masas es una realidad que se abre paso con fuerza, aunque por el momento parece limitarse a unos pocos poemas dentro del poemario. Hay, sin embargo, excepciones que es justo analizar con mayor detenimiento: Mi nombre es Rojo, de Mercedes Díaz Villarías; Napalm. Cortometraje poético, de Ariadna G. García; y ¿Estás seguro de que no nos siguen?, de Antonio Portela. Estos tres libros parten de lugares e intenciones comunes, para a continuación bifurcarse en su desarrollo y resultado: cada uno apuesta por un aspecto concreto para recrear su mensaje. […]

Napalm. Cortometraje poético hace explícito su contenido ya en la portada: el título y la viñeta, a camino entre el story board y el póster de cartelera, enclavan la literatura de Ariadna G. García en un ambiente cinematográfico, encerrando incluso una banda sonora a cargo de Korn. Por tanto, desde el principio la autora sitúa su discurso en la revisión de los mass media, solidificando las voces que rigen el hilo poético mediante la adopción de un imaginario que enlaza con diversos subgéneros cinematográficos. Thriller de ciencia ficción, en Napalm aparecen maletas—frigorífico, jeeps, pistolas y hackers, siguiendo un esquema propio del guión de cine, nutriéndose de recursos como la elipsis o el flashback. Sin embargo, Ariadna G. García no obliga a que el verso se adapte a la narración cinematográfica; Napalm se compone de poemas que funcionan como una entidad individual, pero cuya lectura conjunta desvela los rasgos de una peculiar historia de amor cuya originalidad bien podría ser contada en celuloide. […]

He venido refiriéndome a un rasgo que me atrae enormemente no sólo como lectora, sino también como escritora. Repasando los poemas de Mi primer bikini encuentro prácticamente una referencia a la cultura de masas por poema: un poema dedicado por completo a la televisión, los pitufos y Goku, Cenicientas y Bellas Durmientes en vídeo, títulos compartidos con canciones de Ash y La Oreja de Van Gogh y películas de terror, visitas a Zara... Trato, simplemente, de predicar con el ejemplo. Esta aspiración no está ausente en el poemario en el que trabajo: frases de series de televisión, odas a películas y, por supuesto, la música que suena de fondo en los anuncios armonizan un conjunto en el que, de no ser por estos elementos, reinaría la hostilidad. Se trata de la incorporación de un imaginario común, de referencias culturales vigentes igual para el estudiante universitario que para la panadera de la esquina. Yo desconfío de esa Altísima Poesía que busca indagar en qué sé yo y se recita con los ojos en blanco […]

En tiempos novísimos se le llamó, con encendido desdén, cocacolanización (Gaspar Gómez de la Serna). Ahora habrá quien cuelgue otras etiquetas que yo misma he mencionado: cultura popular,cultura de masas, mass media. Poco me importa. Yo sólo cruzo los dedos y recupero en voz alta el verso de Antonio Portela: «hay que ser absolutamente posmoderno». De todos los caminos posibles, lo considero el más interesante por el que los poetas de mi generación podemos transitar.

 

 

 

Elena Medel. “Hay que ser absolutamente posmoderno”. Encuentros en Verines. Asturias. 2004.

 

 Referencia aquí: https://www.cultura.gob.es/lectura/pdf/V04_MEDEL.pdf

 

Ministerio de Cultura. Gobierno de España

 


miércoles, 25 de septiembre de 2024

La rosa contra el lino

 

La rosa contra el lino. Antología poética, Verónica Aranda. Selección y pralabras preliminares de Juan José Martín Ramos. Polibea, 2024. 197 páginas.

 

 

 

Quince son los poemarios que ha publicado la autora madrileña desde que se diera a conocer en 2005. En estos diecinueve años de carrera literaria se ha consolidado como una de las voces más personales de nuestro panorama poético. Verónica Aranda, verso a verso, ha levantado un mundo con su obra. Un mundo propio y diferenciado de los demás proyectos que se han venido publicando en España estas últimas décadas. Es decir, cumple con los requisitos que Pedro Salinas pedía para considerar a un vate como tal: “Para mí, todo el valor de un poeta está en razón directa de su capacidad para crear un mundo suyo, un mundo poético nuevo”. La presente antología, que ha sido preparada por Juan José Martín Ramos (editor de Polibea), en la medida en que recorre su trayectoria en orden cronológico, representa una oportunidad magnífca para demostrar hasta qué punto su obra se adecua a esas palabras.

      Si bien es verdad que su voz evoluciona y se modula con cada nueva entrega de su trabajo, Verónica se mantiene fiel a dos principios: el elogio de la vida sosegada y el estilo inmersivo.

El primero de estos rasgos determina su gusto por las ceremonias domésticas: del té, de la escritura y del baño (en el hammam). El rito exige delicadeza y un alto grado de concentración, representa un epicúreo goce del instante. La autora reivindica el valor de la lentitud para apresar la vida. Por ella, se ejercita en la contemplación. El tempo lento permite que su mirada se detenga en las cosas y se funda con ellas: “En cada viaje en tren me multiplico:/mi otredad son las gárgolas con musgo,/los campos justo antes de la siega” (pág. 131). Este sentimiento de comunión con todo lo creado  emparenta sus versos con el estoicismo de Marco Aurelio. Dos son los espacios por lo que posa su mirada Verónica: el paisaje, el café. Gracias a ambos se siente partícipe del mundo natural y del urbano. El motivo del viaje, tan característico de su poética, se subordinada a su querencia por el sosiego, que le brinda la oportunidad, no de ver, sino de contemplar. De ahí la abundancia de descripciones, sobre las que me detendré más tarde. Al igual que Ángel Ganivet, ella privilegia el paseo como forma de unión espiritual con cuanto la rodea. Escribía el granadino:

 

       Y no crea usted que es grano de anís la facultad de contemplar: es quizás la única que nos diferencia del hombre primitivo y salvaje, que por no saber contemplar las cosas no descubre las relaciones espirituales que hay entre ellas y el hombre.  (La conquista del reino maya, Planeta. 1988. Pág. 384)

 

         Por otra parte, también eleva el tren a medio preferible de transporte. De modo ocasional se asoma a la ventanilla de un avión (pág. 23), pero serán los expresos los que más recurrentes, en la medida en que permiten a la autora esa cercanía con el paraje.

        El segundo de los rasgos a los que aludía es el estilo inmersivo. Tras el sosiego inicial, la voz que enuncia se integra en el entorno. Esa interacción se manifiesta, por un lado, por medio de alusiones a los sentidos (vista: “rojo cadmio”, oído: “cláxones y voces”, tacto: “se enfría el té”, “roce de los torsos”, olfato: “olor a especias”, gusto: “un gusto a regaliz”); por otro lado, gracias a los pronombres demostrativos y a los adverbios de lugar, que actúan como indicadores de la deixis espacial y nos ofrecen información sobre la situación in situ del sujeto que habla: “este alto”, “subía hasta aquí”. Los poemas de Verónica a menudo semejan cuadros. Es interesante, a este respecto, la precisión en el cromatismo: “azul añil”, “rojo cadmio”, “azul celeste”. Muy posiblemente, esta paleta revele el interés de la poeta por la pintura, que veremos más tarde. No obstante, con frecuencia, estos colores no comunican con exactitud la experiencia vital de la voz que enuncia, que recurre a sorprendentes hallazgos exprexivos para evocar un tono: “sol de cúrcuma y mostaza”, “luz magenta y cobre”. Desde luego, estas metáforas dotan a los poemas de plasticidad y vuelo lírico. También encontramos sinestesias que dan cuenta de la inmersión vital de quien describe, al mezclar informaciones recibidas por dos sentidos: “fiebre acanelada”.

      Abundan en la antología verbos de contemplación previos a las descripciones que se nos ofrecen: ver, observar, contemplar. De entre estas topografías destaco una, integrada en el poema “El Cairo” (pág. 68). La descripción se realiza por medio de varios recursos literarios que evocan lentitud y ralentizan el ritmo: aliteración de la [s] (“quise ser escritora”, “en ese estado”) y enumeraciones de construcciones bimembres (“las once y las tres”, “lo milenario y la renuncia”). Además, este sopor se explicita con sustantivos (“languidez”). Este sosiego no sólo puede relacionarse con la hora del día en que transcurre el relato (el mediodía), sino también con la calma y tranquilidad de quien está de viaje y carece de problemas. En contraste con el sosiego dentro de la habitación del hotel, la voz que habla entrevé “la ciudad/cubierta de monóxido”. Es decir, fuera de la burbuja por la que se paga, se intuyen la contaminación y el ruido de los vehículos que recorren El Cairo.

De lo comentado se deduce que la autora madrileña da pequeñas pinceladas críticas. En otras ocasiones, da brochazos. A este respecto, me resulta interesante la compasión de Verónica Aranda hacia los individuos más humildes que salen a su paso, de la que da amplia muestra La rosa contra el lino: “vagabundos” tumbados sobre bancos, niños “descalzos por caminos polvorientos” y de “frágiles miembros desnutridos”, “mendigos” que imprecan y comen “ciruelas verdes”… Esta mirada cargada de amor quizás pueda relacionarse con el aprendizaje de quien mira la realidad con detenimiento. En nuestro día a día nos llenamos las agendas de tareas y compromisos, pero cuando viajamos, en esos días de ocio, nuestra frenética velocidad existencial se apacigua y ramansa. Es entonces que podemos mirar. Por eso, la voz que enuncia, según se desplaza por la geografía, superpone a su viaje espacial un viaje interno. Se despoja de quien es y se descubre otra; comienza un “exilio” interior (pág. 65) y emprende una ruta de autodescubrimiento: “Vine también a sondear mis límites” (pág. 129). Uno de sus hallazgos consiste en la ternura.

      Este punto nos lleva al siguiente: la relación de la autora con la realidad. ¿Son los poemas reflejos de la misma? Desde luego, Verónica posee un conocimiento delimitado del mundo. No se conforma con nombrar una determinada clase de seres (plantas), evocando la naturaleza de un modo general, sino que, por el contrario, menciona hipónimos de esa taxonomía cerrada (“menta”, “jazmines”, “cardamomo”).  Añadamos que la toponimia que cita existe en el mundo extratextual. Tanto los países y ciudades como las calles, plazas y cafés que menciona tienen su correlato físico. Pero, ¿los copia o reproduce? La respuesta es que no. Aranda los sublima. Aunque para la creación de los poemas parta —necesariamente— de la realidad, los textos resultantes se elevan por encima de ella, la embellecen. Y por eso, la salvan del olvido. Esta poetización se lleva a cabo a partir de dos movimientos. De uno hemos hablado ya, la inmersión (del sujeto que se deja vivir por el entorno). El segundo se orienta en sentido contrario, es el medio el que se transforma al proyectar la autora su sentir sobre él. No faltan en la antología muestras de esta proyección. Pongamos, como ejemplo, el poema “Oporto”, en el que la tristeza que produce la pérdida se evoca en un paisaje de tonos “grises” y “palmeras forzadas” (pág. 70). En conclusión, Verónica Aranda transforma en literatura sus vivencias, que sobreviven (alteradas) al transcurso de tiempo.

        Más allá de los dos aspectos fundamentales que veo en su poética, el sosiego y la inmersión, La rosa contra el lino muestra el devenir diacrónico de la métrica de su autora. Si en su primer poemario (Poeta en India, 2005) compuso sonetos (como por aquel entonces hacíamos muchos de nosotros: Álvaro Tato, en el Libro de Uroboros; Carmen Jodra, en Las moras agraces; o yo misma en Apátrida), pronto se decantó por el uso de la estancia sin rima y, desde hace un tiempo, también cultiva el haiku (Senda de sauces, 2011; Lluvias continuas, 2014; Sin rumbo fijo, 2019).

        Por último, esta antología recoge una amplia muestra del espectro temático de su autora: el amor, el deseo, la nostalgia, la decepción, el tempus fugit e incluso cierta reivindicación feminista. Precisamente, las piezas del libro Cobalto oscuro (2020) —que son las que empoderan a la mujer— entablan un diálogo con otros tantos cuadros en los que se inspiran. Esta obra renueva el quehacer poético de Verónica Aranda, que deja a un lado el discurso introspectivo y lo sustituye por el análisis de la experiecia ajena. Este culturalismo pictórico se relaciona con el literario. Los versos de la autora madrileña se tiñen de referencias a un amplio elenco tanto de escritores (Paul Bowles, Juan Ramón Jiménez, Luis de Camöes, Tennessee Williams…) como de pintoras (Sofonisba Anguissola, Artemisa Gentileschi, Mary Cassatt, Elizabteh Okie Paxton, Paula Modersohn-Becker…), estableciendo una polifonía que aumenta la polisemia de los textos.

       La rosa contra el lino es una muy buena antología de una poeta excelente. Sin duda, se trata de una muestra representativa y coherente de su obra. Tanto, que puede concebirse como su poemario más completo. Los lectores que se adentren en sus casi doscientas páginas descubrirán un mundo caracterizado por la lentitud, por el amor a lo pequeño, por la fascinación que produce la contemplación de la vida en todos sus matices, por las ceremonias sociales y los ritos íntimos.

Estos valores fundan una ética.

 

La antología se cierra con la bibliografía de su autora y un corpus de ensayos criticos sobre sus libros. Francisco José Martínez Morán denomina a Juan José Martín Ramos “Príncipe de los editores”, y creo que razones no le faltan.

 

Esta reseña la publicó la revista Paraíso. Universidad de Jaén. 2024.

martes, 3 de septiembre de 2024

Más allá de los clásicos

 


Hoy comienza en plazo de inscripción en el curso Más allá de los clásicos: la literatura española en el siglo XXI. Se incluye dentro del marco de Innovación y Formación del profesorado de la CAM. Tengo el honor de participar dando la ponencia dedicada al género poético. Os dejo toda la información sobre el curso en el siguiente enlace:


https://innovacionyformacion.educa.madrid.org/actividades/mas-alla-clasicos-literatura-espanola-siglo-xxi-cxxxx

Nos vemos allí.

miércoles, 31 de julio de 2024

Balance del curso 2023-2024

 


Acaba un curso más (septiembre 2023-junio 2024) y toca hacer balance. Como acostumbro, he tenido la oportunidad de participar en distintos eventos, que pondré por aquí según los vaya recordando.

 

El curso arrancaba con mi participación en el homenaje que el Instituto Cervantes realizaba a Luis Cernuda, el 20 de septiembre. Gracias a la invitación de Luis García Montero, tuve el honor de ser testigo del legado que la familia del poeta donó a la Caja de las Letras, de leer un texto suyo y de introducir uno de sus libros en la cámara acorazada 1684.

 

El día 30 de septiembre, todas las autoras españolas que hemos tenido el placer de acudir a Cereté (Colombia) estos últimos años conmemoramos su “Encuentro Internacional de Mujeres Poetas”.

 

El 16 de octubre, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Escritoras, me entrevistaron en Radio Enlace.

 

El 30 del mismo mes Charlie Marrero me sometió al tercer grado a través de su cuenta de Instagram a propósito de mi álbum ilustrado La sirena que no sabía nadar.

 

2024 comenzó de un modo maravilloso. El crítico estadounidense Paul Cahil (docente de la Universidad de Pomona, California) publicó un extenso artículo sobre mi obra en la célebre revista literaria norteamericana Romance Quarterly: "Queer Futurity and Conflicted Feeling(s) in the Poetry of Ariadna G. García".

 

El 20 de enero leí un par de poemas en el macrorecital por Palestina que tuvo lugar, de modo simultáneo, en varios países del mundo. La sede de mi recital se fijó en el centro social ocupado La Ferroviaria.

 

En febrero se producía un nuevo milagro crítico. Otro profesor, Juan Carlos Abril (Universidad de Granada), analizó –entre otros– mi poemario Ciudad sumergida en un ensayo que vio la luz en el prestigioso Bulletin of Hispanic Studies: “De la conciencia a la autoconciencia: el ecofeminismo como respuesta poética”.

 


 

 

Y por supuesto, la noticia del año fue la aparición de mi doble poemario Sabiduría de los límites. Línea de flotación, editados por la Universidad de Alcalá de Henares. El libro lo presenté en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH el 27 de febrero. Me hizo el honor de acompañarme mi querido Javier Lostalé.

 

El 21 de marzo fallamos el XXXVIII Premio de Poesía Hiperión. Recayó en el joven poeta Lorenzo Roal, por su libro Oro en las grietas.

 

Un año más, he tenido la inmensa fortuna de participar en el Programa del MEC “Encuentros con autor”. Agradezco, de corazón, al departamento del IES “Altaír” (Getafe) la oportunidad brindada para hablar a sus estudiantes de la ESO sobre mi poemario juvenil Las noches de Ugglebo y sobre mi actividad literaria.

 

A su vez, han aparecido reseñas mías en las revistas especializadas Paraíso y Turia. Y al revés, he tenido la inmensa fortuna de que reseñen mi último poemario en el Diario Montañés (Carlos Alcorta) y en La Estación Azul (Javier Lostalé).

 

El 6 de abril mostré mi apoyo al colectivo “Rebelión científica” participando en una lectura colectiva ante el Museo Reina Sofía, junto a Jorge Riechmann, entre otros.

 

Como cada año, acudí a la Feria del Libro de Madrid, y este año, además, a la de Alcalá de Henares.

 

El 8 de junio, Javier Lostalé y yo ofrecimos una lectura conjunta en la Casa de la Cultura de Chamberí.

 

Por último, se ha consolidado mi Tertulia poética itinerante, de la que tenéis más información en la entrada de ayer del blog.

 


 

 

En fin, ha sido este (otro) curso intensito. El 2024-2025 viene cargado de sorpresas. En septiembre os resumo cómo ha ido el verano.

 

 

¡Feliz agosto!