Ayer tuve la suerte de que me presentase El bosque sagrado (Cántico, 2025) uno de los novelistas que más admiro, Ismael Martínez Biurrun; a quien me une un lazo de amistad desde hace una década. Esta foto me encanta porque dice mucho de la complicidad que compartimos, de la buena sintonía que hay entre los dos. Es un formidable lector de mi obra, y comparto con él un mundo de inquietudes y de referencias.
Por otro lado, me arroparon mis hijos, mi mujer y un montón de amigos que llenaron la sala de presentaciones de la librería Tipos Infames. Fue una tarde emotiva, divertida y entrañable. Muchos ex alumnos del IES Cervantes, a los que di clase entre los años 2018 y 2021, compartieron conmigo la velada. Cuánto debe este libro a su adolescencia audaz, inteligente y curiosa.
Soy una escritora afortunada.
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