Ha muerto Arto Paasilinna, uno de los narradores contemporáneos más divertidos. Qué grandes ratos he pasado leyendo Delicioso suicidio en grupo (novelón desternillante, para mí, su obra cumbre), El molinero aullador, El mejor amigo del oso, El año de la liebre (ambos los leí en una cabaña en Luosto, Laponia, en unos de nuestros viajes a Finlandia) o La dulce envenenadora. En homenaje, recojo mi reseña de la cuarta novela que cité (publicada en Culturamas el 13 de febrero de 2012). Descanse en paz.
El año de la liebre. Arto
Paasilinna. Trad. Juan
Carlos Suñén y Ursula Ojanen. Editorial Anagrama. 190 páginas.
Llegan con retraso, pero al final acaban editándose
en España. El aclamado escritor finlandés Arto Paasilinna ha publicado 36
novelas, a razón de una al año, desde 1972. En su nevado país se aguarda la aparición
de sus libros como si se tratase de un espectáculo más de la naturaleza, que
tan acostumbrados tiene a sus habitantes a la belleza enigmática de las auroras
boreales y del mar congelado. Nosotros, lamentablemente, nos perdemos ese
acontecimiento anual. Debemos conformarnos, por el momento, con apenas seis
obras traducidas. A esto hay que añadir el gran desfase entre el año de
publicación en su lengua de origen y en la nuestra: El molinero aullador (1981-2004), El bosque de los zorros (1983-2005), Delicioso suicidio en
grupo (1990-2007), La
dulce envenenadora (1988-2008),
El mejor amigo del oso (1995-2009) y El año de la liebre (1974-2011). No obstante, todo se disculpa, pues
las novelas de Arto Paasilinna –delirantes, cínicas, divertidas, rebeldes– nos
llevan a un ritmo de vértigo, de esquíes deslizándose sobre la superficie de la
nieve, por parajes e historias de difícil olvido.
La labor conjunta de la editorial Anagrama y del
Centro para la Información de la Literatura Finlandesa ha posibilitado la publicación
de España de Arto Paasilinna. Gracias a las subvenciones del FILI –trasunto de
nuestra extinta Dirección General del Libro–, la obra del novelista nórdico se
ha traducido a dieciocho idiomas. El apoyo estatal a los autores nacionales, la
amplia red de bibliotecas públicas y la tradición lectora de una población
educada en colegios gratuitos, junto a la calidad incontestable de su obra, son
algunas de las razones de la exitosa carrera de Paasilinna dentro y fuera de
las frías fronteras de Finlandia.
El año de la liebre, sin duda alguna, es su buque insignia. Aquí aparecen los rasgos
definitorios de sus futuras narraciones. Así, el personaje principal del libro,
Vatanen –un periodista cansado de su profesión y aburrido de su matrimonio–,
aprovecha el fortuito atropello de una liebre para adentrarse en un bosque y
escapar de su mundo para siempre. Esta huída tanto de la ciudad como de las
obligaciones sociales, permite al protagonista descubrir toda una galería de
tipos (leñadores, oficiales del ejército, jubilados, policías...) cuyo
comportamiento va de la violencia –injustificada– a la –efímera– ternura. La
veloz concatenación de situaciones absurdas y disparatadas, al tiempo que nos
hace sonreír también nos obliga a dibujar una mueca desoladora. El nihilismo de
Paasilinna nos muerde sin que lo percibamos, es apenas un cosquilleo en la
conciencia; sólo al cabo de un rato comprendemos que tanta ironía y humor negro
inoculan en la mente un veneno que carece de antídoto: el hondo desencanto.
La anarquía de Vatanen, sus indomables ansias de
libertad, le conducen a la región de Laponia, donde vive “como un animal del
bosque”. Sólo en medio de los pantanos, rodeado de pinos y acompañado por su
liebre, se siente en posesión de su existencia. Pero que nadie busque en este
canto a la soledad reminiscencias de la “alabanza de aldea” de los escritores
mediterráneos del siglo XVI. El entorno por donde se mueve Vatanen es salvaje e
inhóspito. El hombre comparte territorio con osos, cuervos y zorros, con los
que libra una feroz batalla por la subsistencia. Tampoco encontraremos en esta
novela los parajes desangelados y angustiosos de Sukkwan Island, del autor alaskeño David Vann, pues Arto
Paasilinna describe una naturaleza imponente no exenta de una belleza sobrecogedora.
Precisamente esa loa a la exuberancia de Laponia (y de toda Finlandia) es uno
de los elementos que comparten sus libros.
El año de la liebre es la novela diapasón de Arto Paasilina, con ella
afina el resto de sus obras. Todas guardan entre sí la misma proporción de
ecología y denuncia social, idéntico tono de chanza y desconsuelo. De echo, se
trata del libro finlandés más traducido después de la epopeya del Kalevala y del relato infantil Trollkarlens hatt
(El sombrero del Mago), ilustrado y escrito por la legendaria
Tove Jansson.
La propuesta literaria de Arto Passilinna se ha
convertido en una pieza clave de la literatura europea contemporánea. Leerla
nos exige desear una nueva dosis de talento. Esperemos que Anagrama sacie,
pronto, este síndrome de abstinencia con la publicación de alguna de esas 30
novelas que han rendido a Finlandia y que desconocemos por aquí.
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