jueves, 29 de junio de 2023

Balance del curso 2022-2023

 


Acaba un curso más (2022-2023) y toca hacer balance. Como acostumbro, he tenido la oportunidad de participar en distintos eventos, que pondré por aquí según los vaya recordando.

 

 

El 21 de marzo fallamos el XXXVII Premio de Poesía Hiperión. Recayó en el joven poeta William Alexander González Guevara, por su libro Inmigrantes de segunda.

 

 

En estos meses también he presentado libros. De diferentes géneros. Agradezco desde aquí a los autores/as su confianza en mí para la puesta de largo de sus obras. He tenido la suerte de dar a conocer a la comunidad lectora los siguientes volúmenes:

 

 

*Poesía: Materia, de Yolanda Castaño (Visor, 2023). En la librería Aberti. El 09/06/2023.

 

 

*Misceláneo: Javier Lostalé en su hondo resplandor. (Polibea, 2022). Centro Cultural Galileo. 18/10/2022.

 

 

También participé en una mesa redonda celebratoria del 50ª aniversario de ediciones Cátedra. Tuvo lugar en el pabellón de CaixaBank, en la pasada edición de la Feria del Libro de Madrid (03/06/2023). Los demás integrantes del acto fueron: Josune García, (directora de Cátedra) José Francisco Ruiz Casanova (colaborador de la casa) y Jenaro Talens (profesor, poeta y director de la colección Signo e Imagen). Presentaró el acto el profesor universitario Fernando Bonete.  

 

 

Un año más, he tenido la inmensa fortuna de participar en el Programa del MEC “Encuentros con autor”. Agradezco, de corazón, al departamento del IES “Lope de Vega” (Madrid) la oportunidad brindada para hablar a sus estudiantes de la ESO sobre mi poemario juvenil Las noches de Ugglebo y sobre mi actividad literaria. (14/04/2023).

 

 

También he participado en el programa “Por qué leer a los clásicos”. Mi gratitud a las profesoras de Lengua y Literatura del IES “Carmen Martín Gaite” de Navalcarnero por invitarme a difundir entre sus alumnos del Bachillerato de Excelencia mi amor por los poetas grecolatinos y por los áureos (29/11/2022).

 


 

 

También tuve el honor de asistir por segundo año consecutivo, en calidad de escritora, al Encuentro LGTBI+Q que tuvo lugar en el Ministerio de Igualdad el 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica; con presencia de la ministra Irene Montero.

 

 

 

Acabé el primer trimestre del curso formando parte del equipo de investigadores de un proyecto de la Universidad de Salamanca: “La felicidad en la Historia: de Roma a nuestros días”, cuyo investigador principal es Juan Antonio González Iglesias (catedrático de Latín).

 

 

En diciembre publiqué mi 21º libro, el 3º de literatura infanto-juvenil (LIJ): La sirena que no sabía nadar (Lastura, 2022); para jóvenes lectores entre 3 y 8 años. Un relato de superación personal que también aborda el tema de la crisis ecológica. Mi agradecimiento a Radio Nacional de España por las dos reseñas del libro en dos de sus programas de cultura: La estación azul (23/04/23) y La estación azul de los niños (13/05/23). También tuve el honor de que me hicieran una larga entrevista, a propósito del libro, en Menudo castillo (12/03/23). Presenté el álbum ilustrado en la librería Altamarea el 03/05/23, y firmé ejemplares del mismo en la Feria del Libro de Madrid el 03/06/23.

 

 

A su vez, han aparecido poemas míos inéditos en las revistas especializadas Paraíso y Barcarola.

 

 

Además, tengo la fortuna de que Luis García Montero haya contado conmigo para un proyecto muy especial de La Caja de las Letras. Ya os contaré más cosas.

 

 

Por último, he puesto en marcha una tertulia literaria, bautizada Tertulia poética itinerante. Nuestra primera cata fue el pasado 26 de junio, en el café Barbieri. En otoño, cuando se asiente, os informo de más.

 

 

Por supuesto, he escrito. Sigo trabajando en mi nueva novela juvenil, estoy inmersa en un poemario y he publicado un montón de reseñas en El rompehielos.

 

 

En fin, ha sido este (otro) curso intensito. El 2023-2024 viene cargado de sorpresas. En septiembre empiezo a revelarlas.

 

 

¡Feliz verano!

 

 

jueves, 15 de junio de 2023

En la revista Paraíso


 

En el número 21 Extra de la revista de poesía Paraíso (Diputación de Jaén, 2023) se pueden leer algunos poemas, a modo de adelanto, de uno de mis próximos libros de poemas. Digo uno porque se acercan varios. Ya os contaré más cosas. 

Mi agradecimiento a su director, Juan Carlos Abril.

 



 

sábado, 10 de junio de 2023

Secuelas del fuego

 

Secuelas del fuego, Anais Vega. Pre-Textos, 2022. 70 pp.

 

La salud mental es un tema tabú. La pandemia visibilizó nuestra fragilidad y durante un tiempo se normalizó que se hablara en las casas, en los institutos o en las oficinas de asuntos como la ansiedad o la depresión. Pero los abismos interiores tienen otros modos de manifestarse, como las autolesiones, las tendencias al suicidio… sobre los que la sociedad ha puesto una alfombra para ocultarlos.

 

Son muchos los escritores que a lo largo de la historia han padecido algún tipo de enfermedad mental, la lista incluye a Tolstoi, Balzac, Faulkner, Hemingway, Woolf, Plath, Juan Ramón Jiménez, Pizarnik, Costafreda, Foster Wallace… La mayoría, de una u otra forma, ha abordado en sus libros aquello que los hace vulnerables. Digo que, de un modo u otro, porque narradores y poetas transferimos nuestras circunstancias y dolencias a personajes y voces líricas, que asumen el papel que se les otorga.

 

Sin embargo, ya es más difícil leer un libro que explicite (sea impostado o no, es lo de menos) la necesidad que tiene una persona frágil de poner soluciones a su vida, acudiendo al psicólogo. Fragilidad que en el fondo es fortaleza. Hay que amarse mucho para pedir ayuda. Hay que poseer una tenacidad sin grietas para alzar la voz y nombrar aquello que nos duele. Y más en estos tiempos de postureo mediático y exposición en redes, en los que se prioriza la felicidad absoluta, esa que César Mallorquí identifica con un ovni: algo de lo que muchos hablan y que pocos han visto.

 

El caso es que Anais Vega pone el dedo en la llaga en su poemario Secuelas del fuego, premio de Poesía Joven RNE-Fundación Montemadrid. El sujeto que enuncia nos habla de sus emociones, y en concreto, de su desgana vital. Es magnífica, a este respecto, la segunda parte del libro; donde destacan los textos “Un ligero cambio de planes”, “Naturalza muerta (o nauseabunda)” y “Límites”. Los motivos del desánimo apenas se señalan. Sí es cierto que aparece el tema de la violencia hacia las mujeres, focalizada en la imagen esterotipada (la mujer florero) que una empresa requiere de sus empleadas (“Inútil rebelión del pelo sucio”). Incluso alguna vez se sugiere un previo caso de bulliyng (“Ataque preventivo”). Pero más allá del machismo laboral y del acoso infantil, los demás detonantes son más bien personales: la frustración existencial, la monotonía doméstica, los sueños rotos.

 

Ahora bien, como decía antes, sorprende que Vega incorpe –y que normalice– la petición de auxilio. Es decir: Secuelas del fuego nos habla del dolor y del intento de superación del mismo. Por otro lado, es interesante que, cuando leamos poemas como “Sala de espera”, apreciemos la sutil crítica a una Sanidad Pública congestionada, sin recursos, donde las citas se demoran meses (no hay, por tanto, un seguimiento continuo de los pacientes) y las consultas duran media hora. Esta carencia de medios (una legión de psicólogos y psiquiatras que dediquen el tiempo necesario a cada usuario en función de sus circunstancias personales) parece que esté detrás del agravamiento de la depresión del sujeto que enuncia, quien, viéndose incapaz de modificar su vida, se rechaza y se infringe autolesiones.

 

La verdad es que Secuelas del fuego no deja indiferente. Su ironía, su sarcasmo y su tono desolado impactan. Es un digno premio de Poesía Joven de RNE.

 

miércoles, 7 de junio de 2023

Presento el nuevo libro de Yolanda Castaño


 

 

Será este viernes, a las 19:00, en la librería Alberti. Conversaré con Yolanda Castaño sobre su último libro (Materia), una excusa perfecta para dialogar sobre el conjunto de su obra.

 

Os esperamos. ¡No os la perdáis!



jueves, 1 de junio de 2023

Klara y el sol


Klara y el sol, Kazuo Ishiguro. Anagrama. Traducción Mauricio Bach. Anagrama. 2021. 333 páginas.

 


 

Son muchas las novelas de ciencia-ficción que han tratado el motivo de la inteligencia artificial. En ocasiones, desde el punto de vista de la rebelión de las máquinas contra los humanos al cobrar conciencia de sí mismas (2001, Una odisea espacial, de Arthur K. Clarke; ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philp K. Dick; trilogía del “Parásito”, de César Mallorquí); en otros casos, desde la exploración de las varias posibilidades funcionales que pueden tener los androides más perfectos (Sinsonte, de Walter Tevis; el ciclo de “La Tierra”, Jordi Serra i Fabra). El cine, por su parte, ha llevado también a la gran pantalla películas que abordan los mismos temas. Así, en cintas como Terminator, Matrix o Blade Runner los robots con autoconciencia suponen una amenaza para la especie humana; mientras que en Inteligencia Artificial, Megan, Star Trek o Alien el Octavo pasajero poseen diferentes prestaciones con las que ayudarnos en diferentes campos (doméstico, científico).

 

Hoy día el tema de la AI está moda. Los profesores de instituto, sin ir más lejos, ahora preferimos que el alumnado redacte sus ensayos en el aula para evitarles la tentación de que recurran al ChatGPT. También sabemos que un buen número de adolescentes prefieren recurrir a esta aplicación con el fin de encontrar un interlocutor anónimo con el que desahogarse y al que contar sus penas, en sustitución de la familia.

 

Pero si la sociedad vive momentos de inquietud respecto a la IA no es por el fraude académico de un grupo de alumnos, sino por los riesgos que podría acarrearnos que las máquinas pudiesen acabar descifrando los complejos mecanismos de la mente humana y nos reprodujesen.

 

Kazuo Ishiguro reflexiona en su última novela, Klara y el sol, sobre la posibilidad –o no– de que los futuras mentes digitales se igualen a las nuestras. Su obra nos invita a la búsqueda de respuestas a la siguiente pregunta: ¿Qué nos hace humanos? Poseemos un cerebro maravilloso dotado de memoria, sentimientos, intuiciones y capacitado para la construcción de pensamientos. Por si fuera poco, cada uno de nosotros somos diferentes de los demás, lo que –en principio– nos convierte en seres únicos, en mujeres y hombres con identidades propias, originales y exclusivas. Pero, ¿esto de así de verdad? ¿No podría un cerebro electrónico copiar nuestro espíritu?

 

Klara  el sol se localiza en un futuro próximo, en el que los humanos conviven con los robots. Estos últimos se dividen en dos tipos: los B3, ya obsoletos, y los B4, de última generación. En cuanto a nuestra especie, está estratificada en sendos bloques. Los seres “mejorados” poseen mayores posibilidades de sobrevivir en sociedad. A ellos se les reservan las plazas en las universidades, así como los puestos mejor remunerados. Luego están aquellos otros que no han tenido modificaciones. Ni qué decir tiene que el sistema económico que dibuja Ishiguro es el del capitalismo salvaje. El nivel de renta reparte las cartas de la prosperidad o del fracaso.

 

Como viene siendo habitual en las novelas del escritor británico, la infancia adquiere el protagonismo de la obra. Josi y Rick pertenecen a esos mundos encontrados. Sus madres, a su vez, viven atormentadas por el sentimiento de culpa, si bien es verdad que por razones distintas. En el primer caso, porque las “mejoras” en Josi la tienen al borde de la muerte (su hermana falleció por dicho motivo); en el segundo, porque las dotes intelectuales de Rick no pueden desarrollarse en toda su plenitud por el nudo de prejuicios existentes contra los humanos rasos.

 

El puente entre ambos será Klara, la androide encargada del cuidado de Josi, una B3 observadora e inteligente, programada para el aprendizaje y la comprensión del alma humana. 

 

El conflicto de la novela descansa en el cuestionamiento de la legitimidad de desear que un ser amado perviva a cualquier precio. ¿Es ético? Pero más allá del debate moral, cabe hacerse todavía otra pregunta, de carácter técnico: ¿podría un doble, un muñeco electrónico, suplantar cabalmente la existencia de alguien?

 

Ishiguro siempre nos obliga a plantearnos temas controvertidos: si es preferible pasar página o revolver el pasado, comprometer tu arte a una causa política o evadirte… Y es por eso que sus libros nos gustan tanto.