Benito Pérez Galdós. 1870. “Observaciones sobre la novela
contemporánea en España”:
El gran defecto de la mayor parte de nuestros novelistas,
es el haber utilizado elementos extraños, convencionales, impuestos por la
moda, prescindiendo por completo de los que la sociedad nacional y coetánea les
ofrece con extraordinaria abundancia. Por eso no tenemos novela… El público ha
dicho: “Quiero traidores pálidos y de mirada siniestra, modistas angelicales,
meretrices con aureola, duquesas averiadas, jorobados románticos, adulterios,
extremos de amor y odio”, y le han dado todo eso. Se lo han dado sin esfuerzo,
porque estas máquinas se forjan con asombrosa facilidad por cualquiera que haya
leído una novela de Dumas y otra de Soulié… En la novela de impresiones y movimiento,
destinada sólo a la distracción y deleite de cierta clase de personas, se ha
hecho aquí cuanto había que hacer, inundar la Península de una plaga
desastrosa, haciendo esas emisiones de papel impreso, que son hoy la gran
conquista del comercio editorial. La entrega, que bajo el punto económico es
una maravilla, es cosa terrible para el arte…
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