Ocho años después de su publicación, veo que el poeta Javier Díaz Gil reseñó en su blog mi poemario Helio (La Garúa). Javier fue, precisamente, quien me presentó la obra en La Casa del Libro el 13 de mayo de 2014. Como nunca es tarde si la dicha es buena, enlazo por aquí su artículo:
http://javierdiazgil.blogspot.com/2014/05/helio-nuevo-poemario-de-ariadna-g.html?m=1
Helio fue, sin duda, un libro fundamental en mi ya dilatada trayectoria. Si bien recoge temas que abordo en entregas anteriores (el amor, la frustración, la reivindicación LGTBI), su semántica varía. A partir de ahora, la presencia de la fauna y la flora tendrá un correlato con el mundo real. Es decir, designará referentes externos al poema. Mientras que en Napalm o Apátrida dichos elementos no tenían un valor deíctico, sino sólo simbólico-retórico. Aquí se produce un giro de sentido. Por eso considero Helio una obra bisagra. Un punto de inflexión. En adelante, mi obra se decantará por la contemplación de la naturaleza con un claro carácter político, siguiendo la estela de mi admirado fray Luis de León. El espacio será escenario simbólico de asuntos a tratar (tempus fugit, condena de la guerra, amor, muerte...) y en un segundo nivel de lectura (con los estoicos de fondo) ensalzará la vida sencilla arraigada en un entorno natural (La Guerra de Invierno, Las noches de Ugglebo).
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