Os dejo aquí uno de los poemas más emocionantes que se hayan escrito en nuestra lengua al fallecimiento de un padre. Lo firma Alfonso Costafreda. Pertenece al libro Nuestra elegía (1951). El poema sirve de pretexto a su autor no sólo para evocar la nostalgia por la ausencia, sino para motrar la propia angustia que le suscita la muerte y la conciencia -nihilista- de la futura nada.
Ha
muerto mi padre.
Se
repite su ausencia cada día
en
el hogar vacío.
Yo
pregunto,
y
además de la ausencia y además
de
perder los caminos de esta tierra,
¿qué
es la muerte?
Yo
te pregunto, padre, ¿qué es la muerte?
¿Has
hallado la paz que merecías?
¿Encontraste
cobijo en nueva casa
o
vas errante, y sufres bajo el frío
del
invierno más grande, del total
desamor?
Yo
te pregunto, padre, si son algo
los
muertos, o si la muerte es sólo
una
inmensa palabra que comprende
todo
lo que no existe.
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