Acabó un año más (2024) y por fin he encontrado un hueco para hacer balance. Como acostumbro, he tenido la oportunidad de participar en distintos eventos, que pondré por aquí según los vaya recordando.
El año arrancaba de un modo maravilloso. El crítico estadounidense Paul Cahil (docente de la Universidad de Pomona, California) publicó un extenso artículo sobre mi obra en la célebre revista literaria norteamericana Romance Quarterly: "Queer Futurity and Conflicted Feeling(s) in the Poetry of Ariadna G. García".
El 20 de enero leí un par de poemas en el macrorecital por Palestina que tuvo lugar, de modo simultáneo, en varios países del mundo. La sede de mi recital se fijó en el centro social ocupado La Ferroviaria.
En febrero se producía un nuevo milagro crítico. Otro profesor, Juan Carlos Abril (Universidad de Granada), analizó –entre otros– mi poemario Ciudad sumergida en un ensayo que vio la luz en el prestigioso Bulletin of Hispanic Studies: “De la conciencia a la autoconciencia: el ecofeminismo como respuesta poética”. El ensayo, además, lo incluyó en el libro académico Tercera Vía. La poesía española entre la tradición y la vanguardia (Pre-Textos. 2025. Páginas 247 a 251).
Y por supuesto, la noticia del año fue la aparición de mi doble poemario Sabiduría de los límites. Línea de flotación, editados por la Universidad de Alcalá de Henares. El libro lo presenté en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH el 27 de febrero. Me hizo el honor de acompañarme mi querido Javier Lostalé.
El 21 de marzo fallamos el XXXVIII Premio de Poesía Hiperión. Recayó en el joven poeta Lorenzo Roal, por su libro Oro en las grietas.
Un año más, he tenido la inmensa fortuna de participar en el Programa del MEC “Encuentros con autor”. Agradezco, de corazón, al departamento del IES “Altaír” (Getafe) la oportunidad brindada para hablar a sus estudiantes de la ESO sobre mi poemario juvenil Las noches de Ugglebo y sobre mi actividad literaria.
A su vez, han aparecido un par de reseñas mías en las revistas especializadas Paraíso y Turia (dedicadas, respectivamente, a Verónica Aranda y a Yolanda Castaño). Y al revés, he tenido la inmensa fortuna de que reseñasen mi último poemario, Sabiduría de los límites, en el Diario Montañés (Carlos Alcorta), Estado Crítico (Juan Carlos Sierra) y La Estación Azul (Javier Lostalé).
El 6 de abril mostré mi apoyo al colectivo “Rebelión científica” participando en una lectura colectiva ante el Museo Reina Sofía, junto a Jorge Riechmann, entre otros.
Como cada año, acudí a la Feria del Libro de Madrid, y este año, además, a la de Alcalá de Henares.
El 8 de junio, Javier Lostalé y yo ofrecimos una lectura conjunta en la Casa de la Cultura de Chamberí.
El verano fue especialmente enriquecedor
e intenso. El 4 de julio tuve el honor de inaugurar las Veladas Poéticas de la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en el Palacio de la Magdalena. Aquella mañana comparecí en una rueda de prensa y concedí una entrevista
a la SER-Cantabria. Ya por la tarde di una conferencia (rematada con un
interesante coloquio con el público asistente) sobre la influencia del helenismo en mis cinco últimos poemarios.
El 10 de julio
participé en el festival Oh, Poetry!, que tuvo lugar en Albacete. Allí me reencontré con amigos muy queridos
(Francisco José Martínez Moran, Rubén Martín Díaz, Curro Bernier, Andrés García Cerdán) y
conocí –por fin- a Luna Miguel, Martha Asunción Alonso, Mario Obrero o Luis
Bagué; entre otros. Mi tour continuó en 20 de agosto en las Veladas Poéticas de
la Universidad Internacional de Andalucía. Participé en un inolvidable recital
en el Palacio de Jabalquinto, junto a Nieves Chillón y Alberto Santamaría. Unos
días más tarde, el 23 de agosto, daba una lectura retrospectiva en el Pazo de
Goiáns (Boiro, Pontevedra). Desde aquí reitero mi gratitud, ya declarada
entonces, a Carlos Alcorta, Andrés García Cerdán, Almudena Sánchez, Juan Carlos Abril y Yolanda
Castaño por un verano tan nutricio.
Ya de regreso, y para no perder las buenas costumbres, presenté Sabiduría de los límites. Línea de flotación en la librería Antígona (Zaragoza). Me hizo los honores Omar Fonollosa (26/10/2024).
En noviembre no paré. El 6 participé en la mesa que rindió público homenaje al poeta y, querido editor, Jesús Munárriz. La constituimos Jenaro Talens, Ignacio Elguero y yo (Café Comercial). El 8 viajé a Córdoba para fallar el Premio Internacional de Poesía Ricardo Molina-Ciudad de Córdoba. Integrábamos el jurado: Raúl Alonso (poeta y editor de Cántico), Juan Antonio González Iglesias, Manuel Gahete, Estefanía Caballero y yo. Lo ganó un magnífico libro, Translumbramientos, firmado por Santiago Elso Torralba. Por último, el 18 di una ponencia sobre “Últimas tendencias de la poesía española”, en el marco del curso para la Innovación y formación del profesorado de la CAM: “Más allá de los clásicos: la literatura española del siglo XXI”.
En fin, el 2024 volvió a ser un año para el recuerdo. Ni qué decir tiene que también escribí y avancé, poco a poco, en dos proyectos académicos que me traigo entre manos, de los que ya hablaré.
Y ahora, a por el 25 ;D
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