Antología. Juana Inés de la Cruz

domingo, 28 de abril de 2013

Manipulación



La Comunidad de Madrid lleva un par de años justificando el brutal recorte de profesores interinos en la enseñanza pública con argumentos falaces. Si el 29/12/2011, la entonces presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, decía en el Consejo de Gobierno que el interino es “alguien que entró a dedo, que no preparó las oposiciones”; ahora es la Consejera de Educación, Lucía Figar, quien vapulea la imagen de este cuerpo docente, acusándolo de falto de preparación.

En el primer caso, Aguirre exhibía una sorprendente ignorancia de los criterios de acceso a la función pública. Los profesores interinos, como cualquier otro funcionario, hemos aprobado una oposición que consta de dos partes: las pruebas que evalúan el conocimiento teórico y práctico del temario y una fase de concurso, que valora los méritos alegados por el aspirante (experiencia, becas, idiomas…). Aguirre pretendía, con esta clara, torpe y burda manipulación de datos, confundir a la ciudadanía y legitimar los recortes que mandaron al paro a miles de profesionales el 30 de junio de 2011.

En el segundo caso, mediante la difusión de los resultados de las oposiciones al cuerpo de maestros de 2011, Figar ha intentado hacer creer a la opinión pública que las calificaciones de aquellos aspirantes que no superaron los procesos selectivos para ejercer la docencia, son extrapolables a todos los opositores, y por extensión, al conjunto de interinos. Esta nueva manipulación, además de engañar a la gente y de fomentar el recelo hacia un colectivo altamente cualificado, intenta avalar un nuevo proyecto de regulación de listas, que abre las puertas a la contratación de docentes a dedo, en cuanto se agote la lista de los opositores aprobados.

El nuevo proyecto de baremación privilegia la nota de los exámenes (80% del total) con respecto a la experiencia docente (15%), investigadora y artística (0%). Díganme, ¿en qué empresa del mundo se menosprecia la experiencia laboral en el puesto al que se aspira? Tampoco quiero decir con esto que el antiguo porcentaje fuese mejor (un 60%). Habría que buscar un equilibrio entre los conocimientos, la experiencia y aquellos otros méritos que redunden en beneficio de la formación del aspirante a una plaza en la enseñanza pública (exposiciones, estrenos, patentes, idiomas, becas, publicaciones, cursos, premios). Quienes suspendan la oposición, quedarán excluidos del sistema. Figar exhorta a los aspirantes a superar las pruebas. Y yo le pregunto, ¿cuántas veces? Porque casi todos hemos aprobado los procesos selectivos en varias ocasiones. Si no tenemos plaza se debe a los recortes (RD 14/2012) que están destruyendo nuestro pilar democrático.

Desmontadas las falacias de la Consejería de Educación, restituyamos nuestra imagen.

Los profesores interinos somos licenciados e ingenieros y estamos en posesión de un curso de aptitud pedagógica que nos habilita para la docencia; trabajamos porque hemos aprobado la oposición, no una vez, sino varias; la mayoría de nosotros, además, tenemos diplomas de estudios avanzados, doctorados, idiomas, dos titulaciones universitarias, cursos y publicaciones. Hay quien alegará que algunos entraron en las listas hace 15 años y viven de las rentas desde entonces, cierto, pero no por eso se debe desprestigiar al colectivo.

El cuerpo de interinos tiene un alto grado de cualificación. Esperanza Aguirre y Lucía Figar carecen de argumentos que justifiquen el recorte y despido de miles de docentes. Sus razones son ideológicas. Se supone que nuestros representantes políticos han de velar por la calidad de la enseñanza pública, pero no es cierto, año tras año le atornillan un clavo: la están crucificando. Sin nosotros, se degrada un servicio básico en cualquier estado democrático.

Podemos impedirlo. Empecemos por representarnos dignamente. Tenemos el poder de la palabra y de la acción. Actuemos.

martes, 23 de abril de 2013

Día del libro, día de Bradbury

No se me ocurre mejor modo de festejar esta fecha que con el poema que Ray Bradbury dedicó a William Shakespeare y Miguel de Cervantes en el año 2002. Sirva el texto como preámbulo a mi séptimo libro: Vivo en lo invisible. Nuevos poemas escogidos, traducción y edición que he preparado con Ruth Guajardo González (Salto de Página, 2013).

William Shakespeare

 
Poema escrito al saber que Shakespeare y Cervantes murieron el mismo día
 

El gran Shakespeare ha desaparecido, Cervantes se ha marchado.
El sol se oculta al mediodía. La aurora
se niega a clarear. El tiempo contiene la respiración
ante esta coincidencia mortal.
¿Es posible? Así es,
estos dioses gemelos se dirigen a la oscuridad.
¡Los dos el mismo día! Nada puede impedir la recogida
de su cosecha.
Cada uno en su campo, tanto brillaban
que con su resplandor ahuyentaban la noche.
Pero la noche vuelve a por sus deudas.
¿Un chorro fantasmagórico? ¡No! Arponea dos.
Sin el primero, el mundo desfallece.
Sin el segundo, pierde el equilibrio.
Dos ataques simultáneos de cometas.
Para empezar, en España, después en la mejilla de Inglaterra.
El orbe gira mudo de temor y de angustia.
La Antártida se derrite en lágrimas,
y los espectros de los Césares resurgen, cobran vida,
sangrando por sus ojos Amazonas.
Ha acabado una época. Pero debemos
seguir siendo testigos de este día
en que un Dios ignorante nos ha dejado solos
acabando con Will y con su clon hispano.
Quién se atreverá a valorar sus plumas.
No veremos otra vez a semejantes gemelos.
¿Se ha diluido Shakespeare, falleció Cervantes?
Los caminos divinos son sangrantes.
Se ha extinguido la luz, no queda barro.
Dos titanes perdidos en un día, destruidos
por el certero golpe de la muerte.
Cristo abre sus heridas. Dios suspende su aliento.
Y nosotros nos tambaleamos por esta doble caída.
Nos sobrecoge la inmensidad del día
como si un tribunal de soberanos,
de los emperadores a los reyes,
un desfile de rica realeza
se ahogara en la obscenidad del tiempo.
Quién ordenó que dos gigantes mueran.
Un ojo primero seguido del otro.
Dios cerró un gran sueño, después el más grande.
¿No tenía suficiente con uno? Parece que no.
Ese vacío estaría medio lleno, si solo Shakespeare
se hubiese arrodillado ante el revólver de la puesta de sol.
Pero con lamentos primero y risas después,
Dios cogió y rellenó la segunda mitad.
Cervantes atravesó el umbral
hasta el corazón rebosante del Cometa.
Dios arrojó a los dos, estrellas geminadas cuyo fuego
alumbró ballenas y hermosas criaturas de alquiler
a quienes suplicamos, muchos años después, que nos conduzcan
a donde la pareja Cervantes y Shakespeare oculta
¿su caída? Ecos amortiguados en Escena,
y aún rumiamos nuestra indignación
por dónde está el sentido en todo esto,
perdimos las dos manos, la derecha y la izquierda,
las dos juntas aplaudían
a Dios y a la Causa Primera Universal.
¿Pero Cervantes y el Bardo, cubiertos de frío,
son dos sueños salvajes en un molde de tierra?
Que todos los ecos fluyan en mareas
adonde los cometas son sus prometidas en flor,
y Cervantes y el obsceno Will
combaten arduamente los molinos por nuestras esperanzas
y nos despiertan en mitad de la pesadilla
para que gritemos: ¿Quijote, Hamlet, muertos?
¿En el mismo día? ¡Largo, fuera de aquí!
No admito tales funerales.
Rechazo sus tumbas, sus lápidas.
Prestadme sus libros, mostradme a su Musa.
Hacia el final del día, o como tarde, de la semana
conseguiré que Cervantes/Shakespeare hablen
hasta que mi corazón rebose, mi cabeza se llene
¿de qué? Buen Don Quijote. Estupendo Lear. No estáis muertos. ¡Que no!

 Miguel de Cervantes


sábado, 20 de abril de 2013

Manifiesto en defensa de la educación y la cultura. Asamblea de Chamberí-15M


 
Nosotros: hombres y mujeres de la Educación y la Cultura, profesoras, maestros, estudiantes, escritores, artistas, creadoras, bibliotecarios… Ciudadanos que no abdicamos de nuestra ciudadanía, vecinas y vecinos de Madrid, alzamos nuestra voz en defensa de la Educación y la Cultura. Aquí y ahora.

En este tiempo en que los mercaderes que nos gobiernan predican la resignación, el acatamiento de la miseria decretada, la sumisión. Ahora que nos dicen que lo prescindible son los sueños colectivos, la solidaridad, lo construido con el común esfuerzo, lo público, lo que a todos y todas pertenece: las escuelas, los hospitales, las bibliotecas… todo lo que es la urdimbre necesaria sobre la que edificar un mundo justo y habitable. Precisamente ahora decimos nuestras razones, la dignidad de nuestro trabajo, lo que estamos dispuestos a defender contra viento y marea, contra la tempestad de los recortes y el desprecio a la ciudadanía. Porque hablamos de lo necesario, lo que alimenta nuestra esperanza, un sueño de libertad, un espacio de encuentro que día a día se hace real en las aulas, en los museos, las bibliotecas, los libros, los teatros…

Porque la Cultura no es un adorno, un producto superfluo o decorativo. Es un derecho esencial. Crear aporta una mirada crítica sobre la sociedad y a la vez la certeza de que son posibles una plenitud y una belleza que nos pertenecen y a las que no podemos ni debemos renunciar.

La cultura es un espacio de libertad en el que podemos re-descubrir lo real, experimentar el asombro, inventar palabras, formas y gestos que digan la verdad de otro mundo posible.

Es un escándalo que cierren bibliotecas de la Obra Social mientras con fondos públicos se rescata Bankia. Que se haya suprimido el presupuesto para adquisición de libros en las bibliotecas públicas, el despido o la no contratación de bibliotecarios, la situación de nuestros archivos. La consideración del cine, el teatro, la música… no como bienes culturales sino como productos de lujo que deben ser gravados con un IVA que amenaza su propia subsistencia. El abandono de cualquier promoción o interés por la creación artística. Denunciamos la asfixia a la que se somete al mundo de la cultura. No estamos aquí para competir, para enriquecernos con un producto. Estamos para compartir.

 José Luis Sampedro y su compañera, Olga Lucas,
 en la Asamblea de Chamberí. Plaza de Olavide. 2011

Y alzamos nuestra voz en defensa de la Educación. Porque asistimos en los últimos años al mayor ataque que haya sufrido la Enseñanza Pública en nuestro país en mucho tiempo. Los recortes y su corolario de precariedad, despidos y cierres, el incremento de alumnos por clase, la supresión de desdobles y diversificación, que afectan a la Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Y la subida de tasas y matrículas en la Universidad, la penuria económica de las Facultades, el despido del profesorado… La enseñanza pública en todos sus niveles está amenazada, mientras se aumenta la financiación y todo tipo de ayudas a la enseñanza privada.

La Comunidad educativa (profesorado, padres y madres, alumnado, personal no docente…) viene gritando su NO en las calles en una inmensa y esperanzada marea verde. Hacemos nuestra su esperanza y sus razones.

Y ahora la amenaza del proyecto de Ley Wert. La Escuela, y la enseñanza toda, subordinada a los intereses del mercado, los criterios empresariales definiendo los objetivos y métodos pedagógicos. Y esto desde las edades más tempranas hasta la Universidad. Valores como el laicismo, la coeducación y la solidaridad son erradicados de la escuela.

Frente a los valores de competitividad y éxito personal creemos que, ante todo, la educación es un proceso de socialización y de desarrollo de un pensamiento crítico, de participación en una tradición cultural que entendemos como algo vivo. Es un lugar en el que establecer vínculos sociales y tender puentes entre las distintas generaciones. La educación no es un negocio privado, es un bien público.

Defendemos una escuela pública, laica, donde se enseñe y practique la tolerancia pero en el que se excluya cualquier tipo de adoctrinamiento, y por supuesto el religioso, una escuela para la que la coeducación es principio irrenunciable, con recursos suficientes, de todos y para todas y todos, que fomente la igualdad, la solidaridad, el respeto mutuo, la aceptación de las diferencias, la superación de cualquier discriminación… Por ello reclamamos que no se dedique un solo euro de dinero público para la escuela privada.

Y a estos principios no vamos a renunciar. En esta cultura de la solidaridad, de lo compartido, de lo público, en este ejercicio de libertad irrenunciable, nos reconocemos. No permitiremos que nos los arrebaten. El pago de la deuda es la excusa para justificar los recortes. Pero esta es la deuda de los banqueros y los especuladores, no la nuestra. No estamos dispuestos a pagar su deuda a costa de educación, cultura, sanidad, ayudas sociales… Desde esta defensa del bien común, desde esta reapropiación de lo que a todos y a todas pertenece, afirmamos nuestro compromiso frente a la lógica de los mercaderes. Y, mujeres y hombres libres, ciudadanos que no abdicamos de nuestra ciudadanía, alzamos nuestra voz. Aquí y ahora. En defensa de la Educación y la Cultura, en defensa de lo más necesario.

Chamberí, Madrid, abril de 2013.



Puedes adherirte al manifiesto escribiendo al correo:

manifiestoeducacionycultura@gmail.com

miércoles, 17 de abril de 2013

Cabaña de Luosto




Me siento muy a gusto frente a la chimenea,
el suave crepitar de las llamas
me relaja y vacía.

Cuesta encender un fuego, como cuesta
que se eleve el espíritu de un sueño
por encima del barro,
que un amor cobre forma, que una amistad se asiente.
Son necesarios leños,
pastillas de gasoil y algunas ramas;
además de paciencia.

Por las ventanas vemos la tormenta de nieve.
La ira de los copos contraviene a la lumbre,
la niega, aunque comparte su destino
de belleza fugaz.
Las montañas y lagos desconocen
esta condena al límite;
el miedo a que las cosas no perduren,
ni tan siquiera tú.

Bailemos en la alfombra.

Deseo acariciarte en la penumbra,
poseer tu certeza iluminada
por la hermosura efímera del fuego.


                   (De mi libro La Guerra de Invierno. Hiperión. 2013)

viernes, 12 de abril de 2013

El mundo no se acaba


Publica Culturamas mi reseña del poemario El mundo no se acaba, Charles Simic (1938-), Premio Pulitzer de Poesía en 1990. Se trata de su 16.º libro de poemas. Previamente había sido finalista de tan prestigioso galardón en dos ocasiones: en 1986, por su antología Selected Poems (1963-1983), y al año, por Blues interminables

domingo, 7 de abril de 2013

Café Hafa



 

Hay escritores silenciosos, cuya existencia y obra acaricia como un susurro; autores que, despacio, afianzando sus pisadas por terrenos resbaladizos, a menudo en pendientes poco o nada transitadas, van creando una obra consistente, de calidad; poetas que investigan nuevas rutas, caminos alejados de la planicie por donde deambulan el resto, que gustan de asumir algunos riesgos, de encontrarse a sí mismos en las cumbres de escarpadas montañas. Escritores, en definitiva, que pasan de las modas y que siguen la senda de su propio instinto creador. Este es el caso de Verónica Aranda (1982). Hasta la fecha, ha publicado ocho poemarios: Poeta en India (Melibea, 2005. “Premio Joaquín Benito de Lucas”); Tatuaje (Hiperión. 2005. “Premio Antonio Carvajal”); Alfama (Fundación José Hierro. 2009. “Premio Margarita Hierro”); Postal de olvido (El Gaviero. 2010. “Premio Arte joven de la Comunidad de Madrid”); Cortes de luz (Rialp. 2010. Accésit del “Premio Adonáis”); Senda de sauces (Amargord. 2011); y Café Hafa (Tres Fronteras. 2012. “Premio Antonio Oliver Belmás”). Cada libro establece un diálogo con una tradición literaria y una cultura diferentes. El último, Café Hafa, rinde homenaje al norte de Marruecos, geografía que la autora conoce de primera mano, pues ha vivido allí. Aranda nos sumerge con sus versos en medinas, cafés, cines y puertos bulliciosos, repletos de vida. Su lírica, altamente sensorial, describe de manera seductora los espacios y tipos sociales (tejedores, prostitutas, curanderos, taxistas, mercaderes…) de Tánger, Tetuán, Xauen, Rabat o Marrakech, ciudades todas en las que el tiempo duerme, se anquilosa, se para y nos descubre el enigma de cómo fue el pasado medieval. Verónica Aranda muestra en sus textos una gran capacidad sugestiva para trasladarnos a donde desea. Durante la lectura de su libro, habitamos las calles de Marruecos: oímos las llamadas a oración, olemos las especias de los puestos, degustamos la menta del té verde… Pero ante todo, descubrimos el placer de la ociosidad, de la contemplación: “Ninguna aspiración más que la luz cobriza” (pág. 23), a la que se dedican con esmero los tangerinos sentados en la necrópolis con vistas al Estrecho, en los espaciosos cafés o en la céntrica Plaza del 9 de abril. Verónica Aranda combina las escenas costumbristas del libro con las alusiones culturales al matrimonio Bowles, Tennessee Williams, Juanita Narboni o Ava Gardner, ilustres habitantes de la vieja “ciudad internacional”, que amplifican el carácter legendario de Tánger. No falta en el libro la denuncia de la ola islamista que, entre otras voces, critica la traductora Houda Louassini (El País, 24/03/2013), quien habla “del declive acelerado de una ciudad emblemática”. La emotiva “Elegía desde el Café Hafa”, lamenta el atentado que se cobró la vida de Hassan Ziani (amigo de la escritora), en 2011, cuyo asesino fui indultado un tiempo antes por un “rey/ que da la libertad a terroristas” (página 22). Quizás el poemario sea la excusa perfecta para adentrarse en un mundo colorido y variopinto, al menos, por ahora. Quien abra sus páginas sentirá en su pecho estas palabras de Rudyard Kipling: “Entre los dones de la tierra hay pocos placeres comparables a la alegría de entrar en contacto con un nuevo país”.         

miércoles, 3 de abril de 2013

Por qué Finlandia


 
Con frecuencia los libros no se buscan, se nos imponen. Una sensación concreta en un lugar determinado puede convertirse en el detonante de un texto, y este primer poema, a su vez, con sus nuevos tonos y temas puede anunciarnos que el horno de la mente ya está listo para que lo llenemos de palabras. Un viaje a Finlandia, al que siguieron otros, fue el detonante, el temporalizador y la carga explosiva de mi nuevo libro de poemas: La guerra de invierno (Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana”), que pronto verá la luz en Hiperión. El frío, la nieve y el silencio del país nórdico me produjeron un sinfín de emociones, positivas y negativas. La inmensidad, el asombro, la belleza, el recogimiento o la plenitud, encontraban su reverso en la amenaza, el pánico, la angustia, el vacío, el peligro o la muerte. Y todas ellas eran simultáneas. Con estos ingredientes emocionales comencé a preparar la masa de mi poemario. Pero en la lírica, además de los afectos, me interesan las ideas. Existen dos modelos de conductas: la competición y la cooperación. El primero enfrenta a los individuos, el segundo los une. En Finlandia, debido a la meteorología, la sociedad ha estrechado sus lazos para garantizarse la supervivencia. Y este es uno de los valores que defiendo en mi libro. Si la guerra ruso-finlandesa es una metáfora de la lucha por los recursos, del sálvese quien pueda, del darwinismo y de la destrucción de competidores, encontramos en el libro otros poemas en sentido contrario, que nos hablan de la solidaridad humana y de la colaboración por el bien común. Dos modelos humanos. Dos modelos políticos. España. Finlandia. Mientras aquí se desmantela el estado del bienestar y se privatizan la Educación o la Sanidad públicas, nuestro vecino del norte puede alardear de tener el mejor el sistema educativo de Europa: 99% público y gratuito. Mientras aquí los políticos (PP) desprestigian a los docentes, nos llaman vagos, nos acusan de falta de conocimientos, despiden a miles de profesionales (los eufemísticos recortes) y hacen contratos precarios a los funcionarios interinos (de media jornada –es mi caso–, tercios y cuartos), en Finlandia se prestigia la imagen de maestros y profesores, auténtica columna vertebral que garantiza la estabilidad de un país, su democracia. Con 11 millones de españoles bajo el umbral de la pobreza y 6 millones de parados, hoy más que nunca son necesarias la solidaridad y la colaboración; un Estado que integre a la ciudadanía, que la cuide y proteja; una Educación pública sólida y de calidad, que otorgue las mismas oportunidades (laborales, sociales) a las personas sin importar su origen. Lo contrario es la polarización, la exclusión, el desamparo y el abismo.