El encuadernador

Breve reseña

El encuadernador, Bridget Collins. Penguin Random House, formato digital enero 2020.

Buscando una lectura evasiva para entretenerme durante el arduo confinamiento en casa, me descargué el ebook de una novela de sugerente título, El encuadernador, localizada en la Inglaterra del siglo XIX. Reconozco que sus primeras páginas me desconcertaron. Es decir: frustraron las expectivas que la contracubierta del libro había despertado en mí. Yo buscaba una historia de magia, un relato sobre el poder de la literatura para guardar secretos… Y ni por asomo veía yo ni una cosa ni otra. Eso sí, me intrigaban las razones por las que el protagonista, un humilde granjero llamado Emmett Farmer, comenzaba a trabajar de aprendiz en un taller de encuadernación a cargo de una anciana maestra que escondía los libros bajo llave, y padecía mareos que lo dejaban inconsciente durante varios días. Pero como el estilo me gustaba, y tenía ante mí varios misterios por resolver, continué leyendo. Y es aquí donde la novela desvela sus enigmas y te ata hasta el último capítulo gracias a una historia de amor maravillosa, prohibida, que mantienen dos jóvenes de clases diferentes. La tercera parte del libro está narrada por un segundo personaje. En ella se nos descubre, con toda su crudeza, la importancia de la magia para borrar la mente de aquellos que pudieran comprometer el honor, la riqueza o el buen nombre de una reputada familia (mediante la encuadernación de sus sórdidos recuerdos). Ahora sí que cobra relevancia el elemento fantástico, mezclado con el realismo más desgarrador, ese que levanta las alfombras y muestra las miserias que ocultan. El encuadernador es una novela de estructura original, que sorprende al lector por sus giros, que delata las hipocresías y la falta de escrúpulos de la clase burguesa, que muestra la desesperación de quien ama sin ser correspondido, que nos transmite el pánico de quien confía sus secretos a personas que se lucran con ellos.

Si te gusta esta novela quizás también disfrutes de dos series que abordan el tema de la magia: la británica Jonathan Strange & Mr Norrell (localizada a comienzos del siglo XIX, en una Inglaterra que necesita de los magos para doblegar al ejército francés); y la estadounidense Locke & Key (inspirada en un cómic de Joe Hill, el hijo de Stephen King, sobre tres hermanos que descubren en la mansión familar extrañas llaves con poderes mágicos).