Mi blog cumple cinco años. El detonante para que me
animara a publicarlo fueron los famosos recortes en la Educación Pública que
tuvieron lugar en la Comunidad de Madrid en 2011. En mayo de aquel año recibí
una sorprendente carta de la Consejería donde se me anunciaba la rescinsión del
contrato con fecha de 30 de junio, cuando yo disfrutaba de una vacante a
jornada completa en IES Francisco Giner de los Ríos y tenía contrato en vigor
hasta el 14 de septiembre. Aquel constituyó el primer hachazo contra los derechos
de los profesores funcionarios interinos. Luego vinieron más. También se
convirtió en el pistoletazo de salida de lo que acabó por convertirse en la Marea
Verde. Miles de
profesores fuimos despedidos antes de tiempo y dejamos de percibir las mensualidades
del verano. El curso siguiente (2011-2012) comenzó calentito: encierros en las
Direcciones de Área, manifestaciones multitudinarias donde miles de profesores,
familiares y ciudadanos comprometidos con la Educación Pública clamaban contra
los recortes y exigían (exigíamos) nuestra reincorporación a las aulas, huelgas
de docentes en todo Madrid, apertura de expediente disciplinario a compañeros,
clases saturadas por la falta de maestros y profesores, desaparición de las
aulas de enlace… Yo estuve esperando que mi lista corriera hasta que,
definitivamente, se detuvo en mí a comienzos del 2012. Nunca me llamaron. Para
no quedarme parada decidí encender los motores de El rompehielos (también acabé el primer borrador
de mi novela Inercia –Baile del Sol, 2014–, y escribí –entre otras cosas– la segunda y tercera parte
de mi poemario La Guerra de Invierno –Premio Internacional Miguel Hernández, Hiperión, 2013–).
Con este buque
abro, por medio de mis reseñas, noticias y artículos de opinión, canales de
agua por los que los lectores pueden acceder a obras y realidades no siempre
conocidas, de difícil acceso. Trituro el hielo de lo que no interesa que se
sepa y difundo aquellos libros que considero de mayor calado. Gracias al blog,
además, he tenido el honor de ponerme en contacto con la mayoría de las
editoriales del país, he estrechado el vínculo con escritores estupendos, me he
puesto en contacto con otros a los que no conocía, y he dado a conocer mi
propia obra. Desde el curso 2012-2013 compagino la docencia con el blog, y
desde el curso 2015-2016, compagino ambos con la crianza de mis hijos. Pilotar este rompehielos
es una de las
cosas con las que más disfruto. Gracias a todos los que habéis subido a bordo a
lo largo de estos cinco años.
Muchas felicidades por tu quinto cumpleaños, Ariadna.
ResponderEliminarMe identifico con tu relato porque a mí me ocurrió algo parecido. En el curso 11-12 estaba en las listas de interinos y el primer trimestre no avanzaba. En noviembre me presenté a una plaza de profesor titular interino en la Universidad (a tiempo parcial, con un sueldo ni la mitad de un interino en secundaria). Firmé contrato en febrero en la Universidad y me llamaron de la lista de secundaria en marzo. Decidí quedarme en la institución universitaria con un pie dentro y con una situación de precariedad que se prolongó unos años más.
Desde aquí, oriento como tutor de trabajos fin de máster y visito alumnos en prácticas en los institutos de la Comunidad de Madrid, lo que me hace seguir muy de cerca su realidad, aparte de los amigos y compañeros que tengo en ellos.
Que un país apueste por su educación como la mejor inversión I+D debe ser un mínimo exigible, en Primaria y Secundaria está la esencia de los ciudadanos y ciudadanas del mañana, que deben estar formados con un pensamiento crítico hacia la realidad social del mundo que les rodea.
Tu blog es una bocanada de aire fresco para los que formamos parte del orbe educativo.
Obrigado.
Muchas gracias por tus felicitaciones y por tu comentario. Me alegra saber que desde los hachazos de entonces todos estamos encontrando nuestro lugar. Tienes toda la razón en tu reivindicación del I+D para la Primaria y la Secundaria. Lamentablemente, siguen los recortes, y además, los profesores y maestros estamos permanentemente bajo sospecha, desacreditados y ninguneados, no ya por la ciudadanía, sino por el propio sistema (tribunales de oposición, directores de centro...). Es una lástima la de talento, como el tuyo, que se pierden los institutos y colegios. Una lástima la falta de visión de futuro de nuestros dirigentes políticos. Y es una lástima el nulo apego por la cultura que tienen los timoneles de algunos centros educativos. Si a los recortes económicos unimos el recorte intelectual de algunos el resultado es letal. Espero que en la Universidad la cosas sean diferentes. Un abrazo, A.
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