Antología. Juana Inés de la Cruz

lunes, 17 de marzo de 2014

Dublín



Es un domingo dublinés sombrío, y todo está muerto a la hora del té.
Mi buena mujer y yo nos sentamos en el silencioso Royal Hibernian.
¿Teatro y películas? ¡Dios! Hace semanas que se vendieron las 
                                                                                      [entradas.
¿El Buttery Pub? ¡Cerrado! ¡Sus brillantes grifos secos!
Mientras, alrededor del hotel, lo que era neblina se espesa hasta la 
                                                                                   [niebla.
En la chimenea, una diminuta chispa en un tronco apagado.
Mientras, el té mengua en las tazas de blanco ártico y se desliza
por nuestras entrañas de domingo con sonido de ola congelada.
Y la neblina y la niebla arden en confusión de lluvia
que arrastra el oscuro hollín por los helados y fúnebres cristales.
Y la última de las tartaletas descansa moribunda en su bandeja,
y el último de los troncos se extingue y se hunde en el fuego,
y lo que queda del té lava los dientes de porcelana
mientras la lluvia cae furiosa mientras el hielo
susurra sermones sobre palidez y blancura durante todo el día,
y a la vez, la niebla, la neblina y la lluvia envejecen y se emploman 
                                                                                     [en gris.
Y las estatuas se llenan de polvo imbuidas en sus oscuras ropas 
                                                                                      [invernales
mientras la lluvia, la niebla y la neblina amenazan las nieves 
                                                                                     [vespertinas.
En mitad de este silencio, la puerta chirría un lamento,
y un viejo señor entra con una sonrisa de invierno desolado.
Mientras suspira profundamente, nos mira a todos con fijación, 
                                                                                 [y habla. Bueno,
sonríe ¿Cómo lleváis el domingo? 


Ray Bradbury. Vivo en lo invisible. Nuevos poemas escogidos (traducción de Ariadna G. García y Ruth Guajardo González. Salto de Página. 2013)

No hay comentarios:

Publicar un comentario