Hoy publica La tormenta en un vaso mi reseña de La vida simple, ensayo de Sylvain Tesson
(Alfaguara, 2013). Cada vez somos más los que localizamos nuestras
obras en el Norte, los que buscamos la naturaleza virgen porque "lo
salvaje consuela", los que aspiramos a una vida intensa y desprovista de
utensilios inútiles. Igual el hombre nuevo que tanto reclamaban
los místicos del siglo XVI no es otra cosa que una generación de mujeres
y de hombres bien avenidos, respetuosos con su entorno natural y
satisfechos con su mundo interior. Igual para salvarnos de nosotros
mismos debemos, más que nunca, despojarnos de la piel del hombre viejo (individualista,
tecno-dependiente, insatisfecho) para renacer a una segunda naturaleza
evolucionada desde un punto de vista moral: empática.
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