Antología. Juana Inés de la Cruz

miércoles, 31 de julio de 2024

Balance del curso 2023-2024

 


Acaba un curso más (septiembre 2023-junio 2024) y toca hacer balance. Como acostumbro, he tenido la oportunidad de participar en distintos eventos, que pondré por aquí según los vaya recordando.

 

El curso arrancaba con mi participación en el homenaje que el Instituto Cervantes realizaba a Luis Cernuda, el 20 de septiembre. Gracias a la invitación de Luis García Montero, tuve el honor de ser testigo del legado que la familia del poeta donó a la Caja de las Letras, de leer un texto suyo y de introducir uno de sus libros en la cámara acorazada 1684.

 

El día 30 de septiembre, todas las autoras españolas que hemos tenido el placer de acudir a Cereté (Colombia) estos últimos años conmemoramos su “Encuentro Internacional de Mujeres Poetas”.

 

El 16 de octubre, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Escritoras, me entrevistaron en Radio Enlace.

 

El 30 del mismo mes Charlie Marrero me sometió al tercer grado a través de su cuenta de Instagram a propósito de mi álbum ilustrado La sirena que no sabía nadar.

 

2024 comenzó de un modo maravilloso. El crítico estadounidense Paul Cahil (docente de la Universidad de Pomona, California) publicó un extenso artículo sobre mi obra en la célebre revista literaria norteamericana Romance Quarterly: "Queer Futurity and Conflicted Feeling(s) in the Poetry of Ariadna G. García".

 

El 20 de enero leí un par de poemas en el macrorecital por Palestina que tuvo lugar, de modo simultáneo, en varios países del mundo. La sede de mi recital se fijó en el centro social ocupado La Ferroviaria.

 

En febrero se producía un nuevo milagro crítico. Otro profesor, Juan Carlos Abril (Universidad de Granada), analizó –entre otros– mi poemario Ciudad sumergida en un ensayo que vio la luz en el prestigioso Bulletin of Hispanic Studies: “De la conciencia a la autoconciencia: el ecofeminismo como respuesta poética”.

 


 

 

Y por supuesto, la noticia del año fue la aparición de mi doble poemario Sabiduría de los límites. Línea de flotación, editados por la Universidad de Alcalá de Henares. El libro lo presenté en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAH el 27 de febrero. Me hizo el honor de acompañarme mi querido Javier Lostalé.

 

El 21 de marzo fallamos el XXXVIII Premio de Poesía Hiperión. Recayó en el joven poeta Lorenzo Roal, por su libro Oro en las grietas.

 

Un año más, he tenido la inmensa fortuna de participar en el Programa del MEC “Encuentros con autor”. Agradezco, de corazón, al departamento del IES “Altaír” (Getafe) la oportunidad brindada para hablar a sus estudiantes de la ESO sobre mi poemario juvenil Las noches de Ugglebo y sobre mi actividad literaria.

 

A su vez, han aparecido reseñas mías en las revistas especializadas Paraíso y Turia. Y al revés, he tenido la inmensa fortuna de que reseñen mi último poemario en el Diario Montañés (Carlos Alcorta) y en La Estación Azul (Javier Lostalé).

 

El 6 de abril mostré mi apoyo al colectivo “Rebelión científica” participando en una lectura colectiva ante el Museo Reina Sofía, junto a Jorge Riechmann, entre otros.

 

Como cada año, acudí a la Feria del Libro de Madrid, y este año, además, a la de Alcalá de Henares.

 

El 8 de junio, Javier Lostalé y yo ofrecimos una lectura conjunta en la Casa de la Cultura de Chamberí.

 

Por último, se ha consolidado mi Tertulia poética itinerante, de la que tenéis más información en la entrada de ayer del blog.

 


 

 

En fin, ha sido este (otro) curso intensito. El 2024-2025 viene cargado de sorpresas. En septiembre os resumo cómo ha ido el verano.

 

 

¡Feliz agosto!

 

martes, 30 de julio de 2024

Tertulia Poética Itinerante

 

Verónica Aranda, Rosana Acquaroni, Gracia Iglesias y yo. 

 

En junio del año 2023, siguiendo el ejemplo de los grandes tertulianos literarios que hemos tenido a lo largo del tiempo, puse en marcha en Madrid, mi ciudad, una reunión de carácter mensual a la que denominé “Tertulia Poética Itinerante”. Desde luego, el proyecto nunca habría salido adelante sin la ayuda de dos grandes poetas y amigos: Verónica Aranda y Francisco José Martínez Morán, que se sumaron enseguida a la propuesta. ¿Por qué itinerante? Por la simple razón de que selecciono distintas cafeterías cada cierto tiempo para sostener nuestras conversaciones. En efecto, así como no siempre coincidimos los mismos autores, el espacio varía con nosotros; simboliza la alternancia y el cambio. Además, es un guiño a El castillo ambulante y a la Librería ambulante. Lo mágico se mueve y se desplaza, se muestra y se oculta. Desde la primera vez, nos hemos reunido siete veces. Hasta aquí, hemos charlado en las cálidas mesas del Café Barbieri, del Hotel Only You y del Coco Mocca. Por supuesto, en septiembre tendremos nuevo enclave. Al principio los temas que sacaba eran espontáneos: en qué obras estábamos trabajando, lecturas recientes... Ahora, sin ceder a la tentación de la improvisación, les envío con tiempo los temas a tratar (quiero decir, que les mando artículos para debatirlos cuando nos veamos). Nuestros asuntos estrella son el concepto generacional y la construcción del canon. Lo bueno del grupo es que los afrontamos desde miradas diferentes, ángulos múltiples y puntos de fuga variados. Esto se debe a que entre los tertulianos no sólo hay escritores, sino también editores y periodistas que, además, son narradores y poetas. Dejo constancia de la tertulia en el blog a modo de resumen fotográfico anual. Lamentablemente, carezco de tiempo para recoger en actas los temas de los que hablamos. Pero en el futuro, ¡quién sabe!

Verónica Aranda, Jorge Valdés, Amalia Bautista y yo.

 

Dejo aquí, para el recuerdo, las fechas de las tertulias, los lugares de encuentro y la nómina de participantes:

 

26 de junio de 2023. Café Barbieri: Verónica Aranda, Rosana Acquaroni, Gracia Iglesias y Ariadna G. García.

 

25 de septiempre de 2023. Café Barbieri: Verónica Aranda, Jorge Valdés Díaz-Vélez, Amalia Bautista, Ariadna G. García.

 



 

27 de diciembre de 2023. Hotel Only You: Verónica Aranda, Ketty Blanco, Juan José Martín Ramos y Ariadna G. García.

 

 19 de febrero de 2024. Hotel Only You: Francisco José Martínez Morán, Marina Casado, Javier Lostalé y Ariadna G. García


22 de abril de 2024. Hotel Only You: Fracisco José Martínez Morán, Verónica Aranda y Ariadna G. García.



Francisco José, Marina Casado, Javier Lostalé y yo.


28 de mayo de 2024. Coco Mocca: Juan José Martín Ramos, Marina Casado, Fracisco José Martínez Morán, Javier Lostalé y Ariadna G. García. 


28 de junio de 2024. Coco Mocca: Javier Lostalé, Marina Casado, Fracisco José Martínez Morán y Ariadna G. García. 


Francisco, Verónica y yo.


Juanjo Martín, Marina Casado, Francisco y yo.


Lostalé, Frsncisco, Marina y yo.

 

Mi agradecimiento desde aquí tanto a quienes forman parte, a día de hoy, del núcleo de la tertulia (Francisco, Verónica, Marina, Lostalé y Juanjo), como a quienes nos han acompañado con sus apariciones estelares.

 

Seguimos en septiembre.


lunes, 29 de julio de 2024

Oh, Poetry! 2024

 


Tuve el honor de participar hace unos días en el festival Oh, Poetry! de Albacete. Esta es una foto de familia, tomada el 10 de julio. Valdría como muestra antológica de algunas de las voces más destacadas del panorama lírico actual. Como dice Juan Antonio Bernier: "Cuánto talento sobre el escenario". Por aquí posamos Marcos Díez, Jaime Siles, Luna Miguel, Curro Bernier, Martha Asunción Alonso, Antonio Praena, Ángeles Pérez López, David Refoyo, Almudena Sánchez, Francisco José Martínez Morán, Rubén Martín Díaz, Andrés García Cerdán, Mario Obrero o yo, entre otros.



domingo, 28 de julio de 2024

Fotos de mi paso por la UIMP

 

Rueda de Prensa. Palacio de la Magdalena.

 

Salón Real. Palacio de la Magdalena.

 

Salón Real. Palacio de la Magdalena.

 

sábado, 27 de julio de 2024

Materia

 

Materia, Yolanda Castaño. Trad. Por ella misma. Visor. 2023. Edición bilingüe. 119 páginas.

 

 

 

Subversión y heterodoxia

 

 

Llega un momento en la vida de todo poeta en el que necesitamos ponernos en un mapa, no tanto físico –que también– como temporal. Buscamos ubicarnos en un plano moral, reconocer las deudas y agradecer los valores heredados. Pero no sólo eso. La mina del compás que somos traza un círculo completo alrededor de un eje. Así nos proyectamos del pasado al futuro, siguiendo un orden cronológico. Y, por supuesto, anclamos con fuerza nuestra aguja de acero en el presente. 

    Materia se articula en tres partes. Las dos primeras, “Ríos subterráneos” e “Iceberg”, remiten, respectivamente, a los estados líquido y sólido. Son metáforas del devenir y de la inmutabilidad. Y, curiosamente, ambas se refieren a la esfera de lo oculto. 

Que la familia fluya hasta nosotros está relacionado con la biología, pero también con las ideas y con un posicionamiento ante el mundo. Desde luego, Yolanda ha cogido el testigo de su abuela en su actitud desafiante frente las convenciones (“Modas Lolita Rivas”):

 

Qué poco valemos nosotras para ser mandadas, abuela […]

Quríamos marcar el ritmo del pedal con nuestras piernas,

cubrir la niebla de brocados,

trazar a mano alzada nuestro propio patrón.

 

El presente, por su parte, está constituido por elementos permanentes, compactos y estables. En esas coordinadas del yo, aquí, ahora encontramos poemas al hermano, a la madre, a las amigas, al hogar, al cuerpo y a un antiguo amor. Yolanda Castaño hace un guiño a Parménides a propósito de la negación del cambio. Así, recuerda el nudo de complicidades que la une a su hermano, pese al paso del tiempo:

 

Alberto, la gente no lo dice, pero en el fondo

aman los grilletes, nosotros en cambio

queríamos nadar, sacudir el tiempo, queríamos erigir

nuestra propia disciplina.

  

Incluso el amor se resiste a su extinción. Las llamas aún calientan. El fuego todavía arde, si bien su intensidad es otra. Me refiero al hermoso y emotivo poema “El viento no rompió”. El amor poesee unas propiedades que pueden cambiar con el transcurso de los años, en tanto que son accidentales:

lloramos por todo cuanto hemos perdido la manos las rodillas pegadas la loza humeante de la lealtad jardines la lumbre de las palabras emulsionar juntas la disidencia…

 

Sin embargo, la esencia de ese amor es inalterable:

 

 El viento no rompió lo caminado yo siempre voy a sentirme unida a ti.

 

La última sección del libro remite al estado gaseoso: “Nube o el peso de la ingrávida”. Como adelantaba, se centra en el futuro. Los poemas reflexionan sobre la maternidad. Y aquí sí se vislumbra el temor a que los hijos modifiquen la consistencia del mundo real. La sombra de Heráclito se extiende de modo sutil. Quien ansiaba nadar por un vasto océano sin límites ve en la descendencia un obstáculo a su liberdad. Así leemos en los poemas “Plomo” y “Ortodoxia”, respectivamente:

 

Los niños son

cemento.

 

Un niño es una piedra.

 

Debido a la crianza de los vástagos, la vida –sin remedio– entraría en crisis, se transformaría, mutaría en otra cosa para la que el sujeto que enuncia no está preparado (ni tiene porqué estarlo). Recordemos que los gases tienden a ocupar siempre todo el espacio disponible que se les deje, lo mismo que los hijos. De ahí la renuncia de la autora a ser madre, que explicita en un poema conmovedor: “No llegaré a”. 

 

Nunca detendrás mi viaje […]

No me sorberás el tiempo.

 

Así y todo, la nostalgia por la experiencia descartada queda patente en los versos más extremecedores de todo el poemario:

  

Ya nunca sabré […]

Qué significaría amarte.

 

Esta última sección, por tanto, es polisémica. El estado gaseoso puede referirse, o bien a la condición volátil de quien suelta un lastre existencial con su rechazo de los deberes y obligaciones de la crianza; o bien a esos niños que, como el gas en el aire, se acaban adueñando de la vida de sus progenitores (lo que tiene asociadas continuas deflagraciones, pues las fricciones entre madres, padres e hijos generan chispas).

Por lo que respecta a la estética del libro, Yolanda Castaño incluye una variante con respecto a las anteriores entregas. Junto a la disidencia verbal (largos poemas en versículos, omisión de signos de puntuación, símbolos herméticos, textos en prosa…) leemos poemas que combinan la vanguardia con la métrica y los recursos formales de la lírica tradicional (no en vano, encontramos canciones compuestas por cuartetas y coplas, así como un amplio abanico de figuras de repetición: paralelismos, anáforas, versos bimembres…).

La subversión de la forma está realacionada con la heterodoxia del fondo. Yolanda Castaño reivindica en Materia una opción antipatriarcal (la renuncia a la maternidad); así como varias actitudes antinormativas: el desafío a las convenciones sociales de postguerra en la España franquista y la rebelión contra toda forma de imposición externa (simbolizada en las “bridas”, esas riendas contra las que luchan las “bravas e indomables” amigas, quienes:

  

Se hicieron un día con sus propios estribos).

 

Es decir, frente a los “grilletes”, las “bridas” y los “patrones” que tratan de imponer su presión anajenadora a la voz que habla, a su hermano, a sus amigas y a su abuela; Yolanda Castaño reivindica la “disidencia”, la “independencia”, el “escándalo” y la “emancipación” como formas apetecibles de proyecto vital. 

Materia acaba de obtener el Premio de la Crítica al mejor libro de poesía escrito en lengua gallega. Desde aquí felicito a Yolanda por su estremecedor poemario.

 

 

 

 

Esta reseña fue publicada en la revista Turia,

número 149-150. Páginas 485-487. 2024

jueves, 25 de julio de 2024

Rueda de prensa UIMP


 


El pasado 4 de julio tuve el inmenso honor de inaugurar las Veladas Poéticas anuales de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.


Os dejo por aquí el video de la rueda de prensa que Carlos Alcorta y yo dimos unas horas antes en el Palacio de la Magdalena:


https://www.youtube.com/watch?v=b1LOfEQhHEM


Saludos veraniegos.