La voluntad, 1902.
"Esto es irremediable, Azorín, si no se cambia todo… Y yo no sé qué es más
bochornoso, si la iniquidad de los unos o la mansedumbre de los otros […] Yo
veo que todos hablamos de regeneración… que todos queremos que España sea un
pueblo culto y laborioso… pero no pasamos de estos deseos platónicos ¡Hay que
marchar! Y no se marcha… los viejos son escépticos… los jóvenes no quieren ser
románticos… El romanticismo era, en cierto modo, el odio, el desprecio al
dinero… y ahora es preciso enriquecerse a toda costa… y para eso no hay como la
política… y la política ha dejado de ser romanticismo para ser una industria,
una cosa que produce dinero, como la fabricación de tejidos, de chocolates o de
cualquier otro producto… Todos clamamos por un renacimiento y todos nos
sentimos amarrados en esta urdimbre de agios y falseamientos…"
Dedicado a nuestros políticos imputados y procesados, y en especial, a nuestra ex-consejera de Educación en Madrid. Pero también a todos nosotros, para que acabemos de despertar.