lunes, 21 de octubre de 2013

Bosque de Luosto




El trineo avanza por la nieve a gran velocidad.
Tiran de él seis perros de hermoso pelaje.
Sus ladridos anuncian nuestra presencia,
espantan el peligro y nos protegen
de aquellas amenazas que no vemos.
Sus pezuñas se hunden en el frío,
de donde extraen la fuerza y el coraje.
Recorremos kilómetros así.
Confiamos en ellos.
Yo voy de pie, guiando.
Tú vas sentada sobre una piel de alce.
Ellos van a la caza del horizonte.
Formamos un equipo con los huskies.
Atravesamos juntos una soledad espesa,
que de otro modo, nos mortificaría.
De vez en cuando,
algunos de los animales se sienten atraídos por la nieve,
y aunque nunca se paran,
lamen copos o se frotan contra los desfiladeros blancos.
Qué belleza la de sus ojos llenos de alegría y de ímpetu.
Poseen el espacio que recorren, y el aire que respiran.
Miro los árboles.
Luego, dentro de mí.
Disfruto el sueño que he tenido el valor de imaginar.


                      (Poema de mi libro La Guerra de Invierno. Hiperión. 2013) 

domingo, 13 de octubre de 2013

Oeste



 
Oeste, Pureza Canelo. Pre-textos. Poesía. 72 páginas. 12 euros. 2013.

 

A los 45 años, Luis Cernuda publicaba uno de los libros más bellos de la lírica del siglo pasado: Como quien espera el alba; en él encontramos un texto hondo y esperanzador sobre la continuidad del autor en la obra de otros. Escribía Cernuda en A un poeta futuro

“Sólo quiero mi brazo sobre otro brazo amigo./Que otros ojos compartan lo que miran los míos./Aunque tú no sabrás con cuanto amor hoy busco/por este abismo blanco del tiempo venidero/la sombra de tu alma, para aprender de ella/a ordenar mi pasión según nueva medida…Yo no podré decirte cuánto llevo luchando/para que mi palabra no se mueva/silenciosa conmigo, y vaya como un eco/a ti…”.   

A sus 67 años, Pureza Canelo nos confiesa en su último libro el emocionado deseo de que su obra también se perpetúe en nuevas voces. Esta obsesión (tan propia de poetas, recordemos a Miguel de Unamuno: “Sí, lector solitario/que así atiendes/la voz de un muerto,/tuyas serán estas palabras mías/que sonarán acaso/desde otra boca,/sobre mi polvo/sin que la oiga yo que soy su fuente…Yo ya no soy; mi canto sobrevíveme/y lleva sobre el mundo/la sombra de mi sombra,/¡mi triste nada!/Me oyes tú, lector, yo no me oigo” del poema Para después de mi muerte) recorre Oeste de principio a fin. 

Para Canelo la literatura no es sólo el cáliz que contiene el agua de vida, la fuente de la eterna juventud, sino que también es el arca que contiene su mundo y su familia. Gracias al poder sobrenatural de una palabra de contenido mítico (nos habla del origen, de la creación, de la inmortalidad) y de expresión humilde (“pegada al grano, a los hierros, a las cuerdas” p. 13), la autora aspira a un hueco en el corazón de las generaciones por venir. Si abrimos la cubierta del poemario-arca, encontramos dentro el testimonio sagrado de unas costumbres, unas gentes, un lugar y una época perdidos. Aquí aún se asoma la madre a la ventana, las mujeres aún lavan sobre piedras, aún se oyen los carros de la leche y un murmullo de máquinas que cosen, los hombres aún separan las semillas y los niños se apropian de los campos a lomos de sus bicis.  

Pureza Canelo defiende del ataque de la ruina a la naturaleza (flora y fauna) y a los elementos del entorno rural (establos, cobertizos o pozos). El lector siente que estrena un mundo en cada verso. Entre estos sugerentes poemas en prosa –sensoriales, plásticos y contemplativos– destacan algunos realmente bellos como el nostálgico Bicicleta, el desalentador Abandonados, el entusiasta Mundos, el misterioso Diciembre o el  admirativo Coros (“se ven gallos sobre el tejado; extraño permanecer a esta hora donde sólo se espera la madrugada” p. 17). 

El tono épico del libro sacraliza el Oeste, la tierra originaria. 

Con sus versos, Pureza Canelo (lo mismo que Cernuda y Unamuno) pretende levantar “un poema sin lindes para saludar a quien por nuestro lado pase”; abriga la esperanza de que “un surco mío pudiera alguien prolongarlo en una porción de tierra”. Esta reseña aspira a propiciarlo.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Los funcionarios de la Escuela Pública, en Madrid, no cobramos


 
Los lectores asiduos de este blog ya sabéis que, desde su comienzo, lo utilizo como arma defensiva de la enseñanza pública. En más de una entrada he alertado sobre el impacto de los recortes en los institutos, sobre el desprestigio que padecemos los docentes en general y los docentes interinos en particular, y sobre la necesidad de que el claustro esté unido para secundar una huelga indefinida que paralice el proceso de privatización de la Escuela de tod@s.

Hoy quiero hacer visible un grave problema:

Los interinos de la Dirección de Área Territorial de Madrid Capital no hemos cobrado el mes de septiembre, pese a haberlo trabajado íntegro; lo que vulnera un derecho fundamental de cualquier trabajador: el derecho al salario. En la sección de Nóminas Secundaria de la DAT Madrid Capital (calle Vitruvio, nº 2) a mí, personalmente, se me ha informado de que creen que cobraremos juntos, dentro de tres semanas, los meses de septiembre y octubre. Pero nadie ha podido confirmarlo. A día de hoy, esa retención ilegal de nuestras nóminas, de nuestro dinero, ha puesto contra las cuerdas a muchas compañeras y compañeros, que no pueden pagar sus hipotecas o sus alquileres.

Que me conste, ningún medio de comunicación se ha hecho eco de la noticia. La administración ha silenciado este impago. Por eso os pido la máxima difusión.

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid está barriendo cada día un derecho de sus funcionarios. Primero el derecho al trabajo (despido de miles de docentes en los últimos dos años, pese al aumento del alumnado en las aulas públicas; despido de todo el cuerpo de interinos a 30 de junio, cuando el curso finaliza en septiembre) y ahora el derecho al cobro del salario. 

Madres, padres, alumn@s, compañer@s y amig@s, si todavía dudáis de la necesidad de actuar de inmediato, de secundar las huelgas, de acudir a las concentraciones, de votar en el referéndum que ahora mismo se está llevando a cabo en las calles de Madrid, me temo que hoy os he dado un argumento más para vencer la inercia y sumergiros en la Marea verde.


lunes, 7 de octubre de 2013

La Guerra de Invierno, en El Cultural



Hoy publica El Cultural, en su edición digital, una reseña de mi nuevo poemario. La firma el profesor de la Universidad de Zaragoza y catedrático de Teoría de la literatura y literatura comparada: Túa Blesa.

viernes, 4 de octubre de 2013

La Guerra de Invierno en La Tormenta en un vaso

 Asís G. Ayerbe

El excelente narrador Óscar Esquivias, de cuya prosa delicada y fino gusto estético son testigos sus obras (los libros de relatos La marca de Creta, Pampanitos verdes y sus novelas Inquietud en el paraíso, La ciudad del Gran Rey y Viene la noche), reseña para La Tormenta en un vaso La Guerra de Invierno

miércoles, 2 de octubre de 2013

Un cálido viaje hacia el frío



El profesor y crítico Juan Carlos Sierra (autor de las antologías Los lunes, poesía y La generación del 50 para niños y jóvenes) publica en el blog Estado Crítico una estupenda reseña de mi nuevo poemario: La Guerra de Invierno.